Tribuna libre

José María / Esteban

La Aduana, seis años después

Es verdad que los asuntos con el paso del tiempo se van viendo con mejores perspectivas. En el caso de lo que algunos hemos denominado: no al derribo del edificio de la ADUANA, hoy por hoy, se convierte en una defensa que sólo tiene en contra exclusivamente los argumentos del: ahora ya es muy tarde.

Releyendo algunos de mis artículos sobre el urbanismo y patrimonio de esta ciudad en los últimos años, encontré uno, que al compararlo con lo que se había publicado, me obliga de nuevo a salir a la palestra. Más que para seguir en su defensa, que seguimos, para aclarar la posición de quien les habla sobre el asunto, y principalmente por hacer justicia a la memoria y a la coherencia de quien esto firma, aclarándole a algunos: que no son solo tres meses los que llevamos hablando de ello. Hay más de 2.600 firmas.

El 30 de Marzo de 2002, sí, hace casi seis años, mande al Diario de Cádiz un artículo que se titulaba. "Tensar el Patrimonio"" que salió en Tribuna Libre el viernes 12 de Abril de ese mismo año. En dicho articulo me lamentaba de la desafortunada nueva estación y del erróneo planteamiento urbanístico del proyecto ganador, frente al mejor monumento civil que tenemos que es la Puerta de Tierra. Bueno pues en ese articulo, no sé por qué y nadie me lo dijo en mala hora, se cortó una frase que en su octavo párrafo, entre guiones decía: - " ý pensando un poco el entorno, su espacio con edificios existentes - como la aduana y la comandancia de marina con un herrerismo franquista de cierto valor histórico, porque existió, como otras arquitecturas que se han mantenido-, su emplazamiento y situacióný" - . Evidentemente debe constar en los archivos de ese periódico, esta defensa que yo entonces hacía de los edificios existentes. Pero no salió al cortar alguien esta reflexión. A pesar de ello, el artículo de 2002 sigue plenamente vigente.

Para los amantes de la verdad y el periodismo, es bueno que esto se recoja ahora y de ahí este nuevo escrito. Muchos han dicho que hemos salido tarde en la defensa de la Aduana, que el procedimiento ya esta en marcha, y que deberíamos haberlo manifestado antes. Con aquella realidad, yo sí lo había manifestado hace seis años.

Seguimos muchos convencidos, no solo por esta nota aclaratoria, sino por que la verdad es así, que este asunto todavía no tiene nacimiento definitivo. Ni el procedimiento se ha sentenciado, ya que no está aprobada la segunda modificación del Plan General, ni siquiera está aún en la administración que debe sancionarla; ni es el mismo proyecto y han cambiado muchas de sus previsiones de usos; ni la propiedad está comunicada preceptivamente; etc.ý. estas entre muchas de las justificaciones que mantenemos.

Seis años después con aquel artículo de 2002, vuelvo a reivindicarlo, ya que la realidad es diferente, aunque el daño al patrimonio puede ser peor: un nuevo puente; un relleno inminente que liberará el puerto urbano; un futuro peatonal mejor para el muelle ciudad; una carretera industrial por ampliar, unos astilleros para repensar su sitioý. Nada se ha cerrado y todo esta por empezar, esa es la pura verdad. Vale la pena actualizarlo y repensarlo. Aun no está construido el irrespetuoso hotel. Y seguimos esperando contárselo a nuestra máxima autoridad.

Por encima de ello el edificio de la Aduana, -porque ahora la comandancia, al ocupar un espacio estratégico que debe liberarse, ya no la mantengo - , sigue en pie. Ya mas conocido por los ciudadanos, ya algo mas nuestro y un suficiente ejemplo, por su escala, interpretación y valores subjetivos, de nuestra historia. Que se colocó allí en un buen entendimiento urbano en la plaza-puerto frente a la otra antigua. No estrechamente entendida en una inexistente placita como la denominada de Sevilla, que es solo una esquinita de la enorme y grandiosa por rescatar, que es la gran plaza de Cádiz, origen de nuestra historia y verdadera escala de esta magnifica ciudad que tanto queremos. Allí la Aduana, con su presencia, dimensiones, y ahorro, es adecuada y no molesta absolutamente a nadie.

Salud.

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