El asunto de las acciones del Cádiz se está complicando. El historiador griego Epaminondas opina que podría ser el argumento de una serie de televisión al estilo de Falcon Crest, o el guion para una película de cine con opciones a muchos premios de la Academia.

Con este pensamiento Epaminondas ha elaborado un guion que enviará en breve a una cadena americana de televisión especializada en series. Al final su borrador no refleja la realidad con exactitud, pero Epaminondas lo justifica indicando que se trata de una serie inspirada en las acciones del Cádiz, y todo parecido con la realidad es mera coincidencia.

El argumento parte de un Señor A que vende el paquete mayoritario de acciones de una empresa a un Señor B. La trama se complica cuando el Señor A recupera ese paquete de acciones mediante algún subterfugio legal, y lo saca a subasta para que lo compre un Señor C. Con el tiempo los tribunales de justicia admiten la reclamación del Señor B y anulan el procedimiento ordenando que le sean devueltas sus acciones.

En ese momento los acontecimientos adquieren un giro espectacular cuando el Señor C declara ante los medios que no le puede devolver las acciones porque el Señor B no existe al carecer de personalidad jurídica propia. Mientras que el Señor B reclama que sí que existe sale a la luz que su nacionalidad es de un país implicado en pleno Brexit y en el que la ley establece que las propiedades de las personas que no existen pasan a pertenecer a la familia real.

Acaba la primera temporada con un plano corto de la Reina de ese país desayunando en su palacio una tostada de pan con mucho aceite. Se amplía el plano y aparece en la misma mesa compartiendo desayuno precisamente con el Señor A. Continuará.