El Puerto Accidente de tráfico: vuelca un camión que transportaba placas solares

Comenzamos hoy esta columna quincenal de opinión que iremos firmando los integrantes de esta Delegación de Diario de Cádiz en El Puerto. El día a día nos absorbe por completo y a veces no es fácil pararse a reflexionar, valorar o sopesar algunos de los acontecimientos que ocurren ante nosotros. No obstante, como periodistas que trabajamos en esta ciudad creemos que es oportuno alejarnos de tanto en tanto de nuestra visión obligadamente imparcial para "mojarnos" y opinar, dando una larga cambiada a nuestra habitual labor informativa.

El Puerto vive en estos momentos una complicada situación, con una parálisis política que afecta a la ciudadanía a todos los niveles, sin presupuestos municipales desde 2016, con un plan de ajuste que tiene maniatado al gobierno local y con una Corporación mal avenida que en ocasiones parece más interesada en el 'y tú más' que en resolver los problemas de quienes les votaron.

Aún cuando todavía falta más de un año para las elecciones municipales, ya se anticipa un animado panorama con un mayor número de partidos concurrentes y algunas viejas glorias que vuelven.

Conviene recordar la importancia de las listas electorales y que las personas que las integren sepan a lo que se enfrentan y lo que se espera de ellas. No muy lejano tenemos el ejemplo del dimitido edil Antonio Chacón, número tres de la lista de Izquierda Unida a las pasadas elecciones municipales, un claro ejemplo de lo que significa llegar y besar el santo. Sin haberse curtido en la oposición, ejerció con más pena que gloria como edil de Medio Ambiente hasta su dimisión, tras una larga baja. Qué buen papel hubiera hecho en esta Concejalía su compañero Julio Acale, con mucho más bagaje municipal y conocedor como pocos de lo que se cuece en esa especie de Ayuntamiento paralelo. Por no hablar de los saltos que se producen a veces en las listas para dejar paso a personas que iban más atrás, a veces por falta de implicación de los interesados y otras por pura estrategia política.

Ser representante municipal debe ser un compromiso firme, serio y responsable. Habrá que esperar a que se despejen las incógnitas para las próximas municipales. A veces sobran oportunistas y falta gente que de verdad quiera trabajar.

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