Gusta mucho en Cádiz eso de mirarnos en el espejo de la historia, que si bicentenarios por aquí, tricentenarios por allá... Pero si te fijas, hay cosas que carecen de sentido. Veamos, la ciudad en sus 3.000 años no ha dado ni un solo santo. Ni uno. El Beato Diego es eso, beato, que es como un santo -con perdón- de 2ª B. Ni siquiera los patronos Servando y Germán, que eran de Mérida.

Sorprende, pues, que una ciudad históricamente tan poco devota esté hoy poseída por un frenesí puritano de procesiones, magnas, patronos, medallas a lo sagrado... La sobrediosis. Es más, si atendemos a nuestra historia, las celebridades locales están, por contra, más inclinadas del lado del librepensamiento. Mira el fundador de la ciudad, Hércules, al que no se le conocen beaterías. Y ahí está, con su bañador pasado de moda y sus leones disecados, esperando una medalla, un reconocimiento, un algo que nunca llega.

Ya en serio: 3.000 años sin santos, y en cambio tenemos a Fermín Salvochea, irreductible ateo, a Emilio Castelar, agnóstico y republicano, al desamortizador Mendizábal quien, como ministro de Hacienda en 1836, abolió aquello tan adorable de los "diezmos"; o sea, la décima parte que todo productor debía entregar a la Iglesia. Fíjate.

Son también gaditanos Istúriz, Alcalá Galiano, Vargas Ponce o Segismundo Moret, todos republicanotes y descreídos. O Eduardo Benot, enterrado en el Cementerio Civil de Madrid. O José Cadalso, que fingió vocación de jesuita, a quienes su padre detestaba, para que lo sacara del Seminario. Hasta Mutis, que era cura, pero está en la historia por su faceta científica. Su estatua en el Parque Genovés la erigió el Ayuntamiento republicano en 1932.

Y es nuestra historia, gloriosa y digna. La otra cara de este otro Cádiz que, un poné, en julio de 2012 celebró la representación de ¡un auto de fe!, con sus inquisidores, su carreta del condenado... Graciosísimo. En plena vía pública, con la bendición de tenientes de alcaldesa y todos los avíos. Hay gente preocupada por la ola de laicismo que nos invade. No problem: en este Cádiz de la recontrarreforma están a salvo. Aquí aún no es hoy.