Análisis

José guerrero 'yuyu'

Que esperen los otros

Vamos todos a una. Borrón y cuenta nueva y a tirar del carro juntos

Se podrían decir muchas cosas sobre el pésimo partido del Cádiz en Barcelona. Pero hoy no es el día. Hoy toca volcarse con el equipo para ganar el primero de los dos partidos que quedan. Queda vida y quedan posibilidades para volver a meterse en un play off de ascenso, así que no nos empantanemos en luchas estériles. Cuando termine la liga, si nos hemos metido en play off de ascenso lo celebraremos todos. Y si no lo hemos conseguido, el cadismo se debatirá entre la alegría de los que piensan que con mantenerse ya es suficiente y los que piensan que se ha tirado una oportunidad de oro.

Pero para eso quedan todavía 180 minutos y miles de combinaciones. Y la mentalidad no puede ser otra que salir a ganar los dos partidos, como sea. Si hay que caer que sea por ambición y no por falta de ella. Si hay que especular con otros resultados que sea porque dimos todo lo que tuvimos y no pudo ser. Pero eso será al final del partido y no al principio. Garra, orgullo, entrega, sacrificio, todo eso se antepone a sistemas de juego, tácticas y alineaciones. En el fútbol, querer significa más que poder. Y la base de todo es la humildad. Cuando sales creyendo que vas a ganar con el escudo pasan las cosas que todos conocemos. Por eso lo único que se le pide al equipo en estos dos partidos es que lo dé todo. Porque sabemos, y ellos también lo saben, que ha habido partidos donde no ha sido así. Y no precisamente por dejarse ir física o emocionalmente. No creo que un futbolista se deje ir porque sí. Simplemente fueron partidos donde traicionó la mente, donde nos vimos ganadores antes de serlo y el fútbol nos devolvió a la realidad de esta división, a la igualdad de esta categoría. Pero ya no vale lamentarse. Lo único que se puede y se debe pedir es aprender de los errores y estar con la mente abierta al cien por cien en estos dos partidos que quedan. Ahora da lo mismo quien juegue o donde lo haga. Ahora da igual. Tampoco hay que cambiar de sistema. Este tipo de juego, con sus pro y sus contras, y estas ideas de Álvaro Cervera son las que nos han llevado a estar donde estamos. No, el sistema no ha fallado. Los fallos que ha habido han sido de actitud en determinados encuentros. En otros, simplemente nos ha ganado un equipo que era mejor que nosotros. Así que es hora de grabarse esto a fuego, porque quien no aprende de sus errores, los repite.

Vamos todos a una. Borrón y cuenta nueva y a tirar del carro juntos. Los ajustes de cuentas vamos a dejarlos para luego. Ahora no es el momento. Y si alguien cree que este discurso es un reproche al equipo, se equivoca de todas todas. Es solo una reflexión, con la esperanza de que sirva para reconocer errores pasados y evitar que volvamos a cometerlos. Hoy Carranza se va a llenar. Y confío que aparezca el Cádiz de cuando peor pintan las cosas. Ese Cádiz que nos dio muchas bofetadas sin manos a muchos cadistas, entre los que me incluyo, cuando en ocasiones lo vimos todo negro. Ese es el Cádiz que tiene que aparecer. Ese Cádiz, joé.

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