Este consumo que nos invade por doquier; esos adolescentes borrachos que se embotellan los fines de semanas en cualquier esquina, o esas niñas que hasta pierden la vida por mor de esta bebida alevosa y traicionera. Y todo por esa droga que es el alcohol que, sin ser percibida como tal, es además socialmente aceptada. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) cataloga la enfermedad alcohólica como síndrome de dependencia del alcohol. Y, además, después de todas estas opiniones o juicios que me parecen no equivocados, también es muy importante saber que es una enfermedad que afecta a uno de los dones que más se ansían y es esencial del ser humano: la libertad.

Y todo esto viene a colación, mi sobrio lector, por dos motivos principales: uno -muy desgraciado- como ha sido el fallecimiento en la comunidad de Madrid de una niña de doce años a causa de la excesiva ingesta de este veneno, algo que ha conmocionado a gran parte de la ciudadanía y que, desgraciadamente, podría servir para concienciar más a los sustanciaresponsables de tanta publicidad o propaganda que exhiben el alcohol como algo saludable y beneficioso. Por otro lado, y como segundo motivo, escribo sobre esto, porque mañana, día 15 de noviembre, se celebra o se pregona: "Un Día sin Alcohol", que ya en su tríptico promocional rotula el "Hoy no bebo. Pruebo mi libertad".

Además, que sepa mi saboreado lector, que aquí en Chiclana se encuentra una asociación que lucha y trabaja para ayudar a los enfermos alcohólicos a rehabilitarse y adquirir conciencia de su problema. Me refiero a Archi, con un equipo encabezado o dirigido por José Mª. Pastrana y Sebastián Lema, personas que acogen y aconsejan con toda cordialidad y franqueza a todo el que allí se acerca. Sin olvidarme de otra importante labor que desarrolla mediante el "Proyecto Luna", colaborando y aconsejando a los padres en la reinserción de jóvenes descaminados o sobre el absentismo escolar, algo tan profuso hoy; contribuyendo también con este Ayuntamiento chiclanero sobre estas cuestiones a través de las concejalías de enseñanza y juventud. Participando, por tanto, en esas noventa y cuatro medidas de la llamada Oferta Educativa que el delegado de educación, Joaquín Páez, acaba de presentar para el próximo curso escolar. La labor tan importante que Archi y sus capacitados técnicos desarrollan en esta acogedora ciudad solamente es apreciada en su cercanía y a partir de ahí se es consciente del problema tan grave, pero tan desconocido, como son las consecuencias por ese excesivo consumo de alcohol.

Pero, que no nos vaya a ocurrir, como nos cuenta el ya desaparecido escritor y psicólogo estadounidense W. Dyer en el prólogo de su libro, donde un orador se dirigió a un grupo de alcohólicos mostrándoles cómo en un vaso lleno de esta sustancia un gusano se desintegraba, demostrando así el veneno que es este producto. Y una voz desde el fondo de la habitación dijo: "Lo que me parece es que si uno bebe alcohol no tendrá nunca gusanos".

Por esto, mi inconsciente lector, mírese "pa entro" y verá.

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