Análisis

francisco arenas Martín

En busca de los restos de san germán

En el mes de octubre de cada año, nos disponemos a celebrar la festividad de nuestros Santos Patronos, Servando y Germán, que a principios del siglo cuarto, entregaron generosamente sus vidas en el seguimiento de nuestro Señor Jesucristo.

El ejemplo de estos dos jóvenes, formados en una familia de honda fe cristiana, dejó una profunda huella que ha permanecido indeleble con el paso de los tiempos. Su firme entrega al servicio del Evangelio supuso el sacrificio de sus jóvenes vidas, ofrecidas a su divino Maestro precisamente en los límites de nuestra frontera española.

Sus restos permanecieron entre nosotros, custodiados en basílicas o iglesias desde el siglo IV de su martirio hasta el siglo VIII de la invasión musulmana. Por este motivo, hubieron de ser trasladados a las tierras del norte de la Península, donde permanecieron hasta que, terminada la ocupación musulmana, pudieron reintegrarse de nuevo a los lugares que los acogieron al final de sus vidas.

Esto supuso el comprobar entonces que el recuerdo y su culto permanecieron firmemente arraigados, con la erección de sus muchas imágenes de notable autoría, precisamente en nuestra provincia y la Baja Andalucía. A este respecto, es obligado hacer una aclaración sobre la situación de sus restos. Es conocida la preciosa arqueta de plata de la Catedral de Sevilla, en la que se guardan los de San Servando y de los que Cádiz conserva una parte debido a la generosidad del Cabildo hispalense.

Pero nos sigue quedando la identificación de los restos de San Germán. Siempre pensé, con las estampas que circulaban, que el lugar de su depósito era la ciudad de Mérida, pero en la circunstancia de haber tenido acceso a su relicario (por cierto, de inestimable valor) pude comprobar que no tenían prácticamente resto alguno, ni referencia a un posible lugar donde pudieran encontrarse.

Mi interés se concretaba en la ciudad de Mérida, pero con resultado negativo. Aunque otras gestiones también resultaron fallidas, en una ocasional visita a la Catedral de Oviedo, justo en la Cámara Santa, pude apreciar una referencia a las reliquias de los Santos Mártires. En el intento de poder hacer posible un exacto conocimiento de esta posibilidad, estamos empeñados.

Encomendamos a nuestros Santos Patronos, Servando y Germán, en particular a este último, la posibilidad de encontrar la localización de sus sagrados restos, para que se ofrezcan juntos en sus relicarios, a la devoción de sus fieles patrocinados.

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