Atodos nos llegan noticias de las malas gestiones que ocurren en entidades prestigiosas a las que se les cuela el demonio de la corrupción y acaban siendo motivo de escándalo y descorazonamiento para los ciudadanos de a pie.

¿De verdad tanto puede el dinero que hay necesidad de actuar así? ¿Es que no importa implicar y enfangar a la propia familia? ¿Qué sentirán cuando la deshonra es conocida? ¿Les compensó el querer abarcar tanto?

Ha pasado en la querida Cataluña, donde abundan personajes respetables, que ocuparon los mejores puestos en el escalafón social y que se niegan a declarar sus bienes. Para desgracia de todos, la justicia demuestra que se comportan como vulgares estafadores. Para colmo, aparece ahora el caso Villar al que se atribuyen -y cito literalmente-: delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental.

Las personas que hemos vivido de nuestro trabajo y que hemos pagado nuestros impuestos con más o menos ganas, pero pagados a fin de cuentas, se nos debe quedar una cara de bobos increíble. Tanto que no sé si es por eso de ser honrados por lo que, hasta damos pena a algún tunante.

¡La madre que parió al tren de Rota!- decía mi abuela cuando estaba más que enfadada.

-Pero si un tren no tiene madre… y contestaba:

-Pues por eso. Porque hay alguno por ahí que vive como si no hubiera conocido madre. Y con ello se refería a las normas o leyes caseras que las madres establecen y controlan en sus casas para hacer de los hijos personas respetables. Respetable no es sinónimo de rico sino de honorable, admirable o digno.

A ver si se pone un espejo que refleje tras su cara, a su dividida patria chica. Que no somos nosotros, la mayoría, quienes tenemos que darle pena, sino aquellos que proviniendo de cualquier lugar, de cualquier rincón, prefieran apropiarse de lo indebido, corromper al que se deje o no declarar. La mayoría no somos así.

¿Pena? ¡No hay más ciego que el que no quiere ver!

Afortunadamente y a pesar de lo que a veces tarda, creemos en la justicia.

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