Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Yo fui a ver 'La Momia' (The Mummy) y voy a hacer mi crítica de persona no diré cinéfila, sino discretamente visionaria. En general la película tiene un problema: la momia sale demasiado. No es un problema estético (Sofía Boutella es preciosa incluso en estado putrefacto), sino de dosificación: un monstruo tiene que salir poco, porque el miedo crece en proporción directa a lo desconocido. Por lo visto la productora se propone hacer una serie (Dark Universe) sobre los monstruos de todas las épocas en plan 'Posverdad', de modo que nos van llevando a la conclusión de que la momia (o quien sea) tiene sobrados motivos para actuar como actúa y nuestro corazón da un giro paradójico (no sé si de 180 o de 360 grados). Juegan con nuestro corazón, que es un corazón 'de género': la bella princesa egipcia que adoraba a su padre fue postergada cuando el venerado progenitor faraónico (que diría mi amigo el candidato al Antinobel de Literatura) tuvo el regocijo de haber varonil heredero en las entrañas de una dulcífica (o enésima) esposa. Una putada, incluso en el Mundo Antiguo. Total, que Ella se entrega al Señor Oscuro, pero la fase 1 no sale bien y es ahora, 5.000 años después, cuando reaparece (la pobre) para culminar su terribundo plan. Yo, que ando en investigaciones parasubnormales de alto nivel, digo: Ajajá. Un espíritu oriental que es el Mal de los Males se desata sobre Londres (justo en estos momentos de Brexit y atentados fundamentalistas). Es un espíritu relacionado con la perversa soberbicie de las antiguas religiones (sí: esas). Y al muchacho picarón que es el Elegido por Ella (la pobre: mira que elegir a Tom Cruise, el antiguo muchacho), al final le da un pronto, se siente inclinado al Bien y se vuelve medio maléfico él mismo, americano como es. Salva in extremis a la chica rubia (no a Ella, sino a la Otra), y se va a galopar a los desiertos, como John Waine o como Lawrence de Arabia, quién sabe si para romper su maldición o para terminar de cagarla. Lo primero que pensé es lo evidente: este guión es de la CÍA. Pero ahora que lo pospienso, estoy convencida de que esto es cosa de TrumPutín. Moraleja: Ay señor, señor, con la guerra fría vivíamos muchísimo mejor.

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