Resulta que Doña Blanca quiere independizarse. En fin, no exactamente. Lo que proponen sus vecinos es la declaración de pedanía agrícola, un estatus administrativo que les otorgaría mayor autonomía en su gestión. Se quejan de que el Ayuntamiento de El Puerto los tiene abandonados, que ni siquiera invierte en servicios básicos de mantenimiento. Y que incluso cuando se propone escucharlos, los ignora: el parque infantil que llevan más de tres lustros exigiendo, y que quedó recogido en los presupuestos participativos, está paralizado a la espera de la revisión de estas cuentas por parte del Ministerio de Economía y Hacienda. Dicen que visto lo visto, ya no van más a las asambleas de presupuestos.

Pero, con sinceridad: ¿qué eco van a tener unos vecinos que se quejan de falta de inversiones? Un pequeño espacio en la prensa local, y poca repercusión más. Reclamar la independencia, al menos en este momento, es otra cosa. Con suerte, multiplicas tus seguidores en Twitter y hasta pueden sacarte en un medio nacional.

De modo que chapó ante esta estrategia mediática, si es que ha sido intencionada. Al menos conmigo lo han logrado. Pienso seguir al minuto el procés del poblado.

Ignoro si una mayor autonomía serviría para resolver los problemas de Doña Blanca. Otra barriadas del casco histórico, esencia pura portuense, no corren mejor suerte. Incluso zonas teóricamente privilegiadas adolecen de una falta de mantenimiento que no acabo de entender si responde a los pocos recursos presupuestarios o a la mera dejadez.

Me persuade más su causa romántica, la independencia por motivos de 'identidad cultural', aunque ya sé que por aquí no van los tiros. Pero, ¿no es para la gente del centro de El Puerto y sus urbanizaciones todo un viaje ir un día a Doña Blanca? Si yo me siento en el poblado igual de lejos que si me hubiera trasladado a Trebujena o El Bosque, ¿cómo de lejos no se sentirán ellos en su día a día? ¿Y cómo se sentirán de atendidos los vecinos de San Cristóbal? Porque yo, las pocas veces que he ido, he tenido la sensación de viajar a otro planeta, o a otro tiempo.