La democracia consiste en aceptar que por la mañana no saldrá el titular que soñaste. Quizá por eso los gobernantes, como la reina de Blancanieves, adoran los espejitos mágicos que les ratifiquen cada mañana lo guays que son.

Aquí hubo reina y espejito: Teófila y su tele local. Los extasiados y sumisos ciudadanos hacían como que no pasaba nada. Y pasaba, claro que pasaba: sobrefinanciación irregular a base de "mordidas" a los presupuestos de las distintas concejalías, despilfarro, propaganda pagada como información, grandes gastos en tecnología (que no aparece en los inventarios), inquietantes contrataciones de personal, aún más inquietantes concesiones y contratación de servicios. Un espejito mágico, y carísimo, en el que Teo y los suyos eran los más bellos del reino. Triunfalismo trompetero a precio de oro; en concreto a 3,5 millones de euros al año. Lo que ayuda a explicar el enorme agujero de la deuda municipal.

Por no hablar de la falta de pluralismo político exhibido por la cadena, confirmada en 2012 por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Decía entonces el Consejo Audiovisual andaluz que, un poné, Teófila salía en pantalla un 27% del tiempo dedicado a los políticos. Hoy sabemos que un anuncio del segundo puente -apogeo del universo teófilo- se emitió 1.500 veces en el mes previo a las últimas elecciones municipales.

La imagen de inmensa bondad y eficacia del gobierno local, pagada con dinero de todos, caía como fina lluvia que calaba hondo en la gente. Hablo de resultados electorales. Los pocos, muy pocos, que alzamos la voz contra aquel disparate fuimos tachados de derrotistas, sectarios e incluso de antigaditanos. Y se nos invitaba -más o menos amablemente- a emigrar.

La natural inmodestia y el legendario nivelito argumentativo -"Si salía mucho es que trabajaba más que nadie"- de la propia exalcaldesa recrean hoy lo inexplicable.

Como inexplicable es que hoy haya gente que exija a la cadena local transparencia, un debate serio, sentido de la equidad y no sé cuantas cosas más. Y me parece bien, pero ¿dónde estaban durante los largos años del espejito?