Siempre tuve esa linda ilusión de que antes de que se me acabara esta vida, pudiese disfrutar de una nieta que se llamara Rocío. Y hace algo más de un año que lo he conseguido.

Porque además, este no es el único motivo del presente artículo, ya que también hoy coincide con la salida hacia la aldea almonteña de la Hermandad del Rocío chiclanera. Siendo este año algo especial, ya que sus dirigentes han dedicado este inicio de la peregrinación por las calles de Chiclana a un proyecto benéfico denominado "Con una flor ayudas a otra flor". Que no es otra cosa sino la venta de claveles rosas durante el recorrido, cuyos beneficios se destinarán íntegramente a la Asociación Española contra el Cáncer. Manifestando hace unos días su Hermano Mayor, mi estimado y querido Antonio González (yerno y padre de mi nieta), en rueda de prensa: "pedimos la colaboración máxima del pueblo de Chiclana, ya que nadie está exento, por desgracia, de esta enfermedad". Algo digno, por tanto, de admirar y de colaborar como se pueda. Una Hermandad que siempre está a la altura de las circunstancias ante los colectivos sociales y ante las necesidades de este pueblo.

También, mi romero lector, hay otra razón significativa para el contenido de este escrito. Pues, hace unos días, esta querida Hermandad estrenó una nueva sede; ubicada en la Alameda del Río, y de un equipamiento municipal de casi cien metros cuadrados, que ha sido habilitado para esta nueva función. Asimismo, también destacaría que en el transcurso de esta inauguración se realizó el descubrimiento de una placa dedicada al anterior hermano mayor, Juan Izquierdo Morales, denominada 'Sala Cultura Juan Chiona'; lo que demuestra una vez más esa actitud de agradecimiento y fidelidad a sus miembros que posee esta popular y religiosa asociación.

Sin embargo, ha habido en la pasada semana otro acontecimiento que no quiero obviar. Me refiero a la nueva ubicación que se le ha dado a la imagen de Santa Ángela de la Cruz en la plaza de Andalucía. Lugar de La Banda chiclanera tan cercano al mismo convento de las religiosas Hermanas de la Cruz, tal como decía el alcalde en la celebración del acto. Algo que también es digno de destacar y que demuestra el fervor y religiosidad de este pueblo por esta preclara santa.

Y, después de todo esto, una simple objeción, para que en las próximas inscripciones que se hagan en estatuas o lápidas conmemorativas, desaparezca ese disloque acentual que aparece en las actuales. El "fue" no lleva tilde y ese "da" que leí ayer en la de Santa Ángela tampoco. Señor y amigo alcalde, cambie al redactor municipal, por el bien de la cultura de esta encantadora Chiclana.

Pero bueno, yo aquí disfrutando de mi hermosa Rocío.