Análisis

José guerrero 'yuyu'

Carranza Forever

Quitémosle el 'Ramón de' y dejémoslo Carranza, historia inseparable del cadismo

Hacía tiempo que el Cádiz no mostraba una contundencia así en un estadio de los grandes. Victoria en Gijón por un contundente 0-3 y volvemos a entrar en la época del "qué güenos somos". Porque Cádiz, en todos sus aspectos, (y en el fútbol no íbamos a ser menos) es dual. Aquí pasamos de la euforia más grande al pesimismo más exagerado en cuestión de días. Pero bueno, ni antes éramos tan buenos, ni éramos tan malos tras ocho semanas sin ganar, ni ahora somos el Milán de Sacchi tras tres victorias seguidas. De lo que sí estamos seguros es de que tenemos un equipo que cuando puede, más que cuando quiere (dicho por su propio entrenador) es capaz de hacer un fútbol de alturas y estar al nivel de los mejores. Y un equipo que pelea y lucha como el que más, aún cuando no salen las cosas como se quiere. Hoy tenemos otro precioso partido, con tintes de primera, para sumar otros tres puntos, que ya veremos luego para lo que sirven. De momento vamos a sumarlos, que tanto para la permanencia como para cotas mayores nos van a hacer falta.

Pero permítanme que me detenga en la polémica surgida por el nombre del estadio. En primer lugar, decir que las leyes están para cumplirlas, nos gusten o no, y la Ley de Memoria Histórica no va a ser menos. En mi modesta opinión, a lo largo de mis 50 años nunca he visto un rechazo generalizado en Cádiz al nombre del estadio, aunque entiendo y comprendo que haya gente a la que le pueda molestar. Lo que me extraña es que sea ahora. Pero como habrá que acatar la Ley, en Cádiz sabemos mucho de darle la vuelta a las cosas y buscarle las cosquillas a la misma. Quitémosle el "RAMÓN DE" al estadio y dejémoslo simplemente CARRANZA, en homenaje a una empresa de hostelería de la provincia de Sevilla o a una consultoría de Madrid, ambas con ese nombre comercial. CARRANZA es Cádiz y su fútbol y su marca hace tiempo que sobrepasó al personaje que dio nombre al estadio. Evidentemente que si se cambia la vida sigue. Todos hemos perdido a familiares y amigos y si la vida sigue a pesar de ello no se va a parar por cambiarle el nombre a un estadio. Pero sería triste para los cadistas. El Carranza es historia inseparable del cadismo. ¿Cambiamos también entonces el nombre del Trofeo?. ¿Les pedimos al Palmeiras, Flamengo, Real Madrid, Inter de Milán, y resto de ganadores que nos manden por SEUR los trofeos para cambiarle la placa?

En internet no han parado las bromas sobre el tema e incluso un amigo portuense decía en Twitter que "como en Cádiz hay que mamar, po se le pone el Mamón de Carranza, y todos contentos". Propone el ayuntamiento abrir un proceso participativo, donde los gaditanos podrán sugerir nombres como el ADOBO ARENA, BASTINAZO PARK o LA LAGUNA SQUARE GARDEN. Yo optaría, de corazón, por esa decisión que cumpliría con la ley y con la historia del cadismo: ESTADIO CARRANZA. Déjense de Mágicos o Irigoyen, que mañana sale que cualquiera de los dos se leyó una biografía de Franco y tenemos otra vez el lío montado. Ley sí, pero con arte.

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