Análisis

antonio morillo

Carlo Puig del Monte, 'el héroe'

No es la primera vez que a un Juan Lanas le hacen mártir o héroe. Y es que le están viniendo las cosas de perilla. Encarcelamientos, sentencias de extradición, tribunales belgas de pacotini, anulación de sentencia, apogeo y acompañamiento de los ultras nacionalistas flamencos, todo ello condimentado con la memoria de los belgas ahorcados por los españoles y que aún conservan en la cervecería Delirium Le Roi d'Espagne de la Gran Plaza de Bruselas (yo lo he visto, macabro y atávico rencor) a donde por cierto dicen que va el míster estos días a dejarse ver.

Las encuestas están, según los expertos, dando la vuelta, hasta el extremo que este Carlos puede ganar las elecciones. Y es que la rabia, el coraje, el calentamiento, puede hacer milagros. Aderécese con el recuerdo del sitio de Gerona, los tambores del Bruch, el bombardeo de Barcelona en 1704 en la guerra de Sucesión, y el que los españoles encima de todo nos roban…. ¡Pues ahora vamos a votar a Carlitos Puig del Monte para joder a los españoles!

Y vean ustedes y ustedas a Carlos Puig del Monte salir elegido presidente de la Generalidad catalana, que no puede venir a España porque la Guardia Civil caminera le va a meter en la cárcel. Todo un ídolo de los ciudadanos catalanes elegido por el pueblo, perseguido por los españoles…

Me gusta la historia cada vez más… y enseña. Por ejemplo, hace muchos años (135 de la Hégira y 757 de nuestra era) no llovía y no llovía por aquí abajo, sequía que duró nada menos que tres años, hasta el extremo de que los moros, que aquí vivían, se marchaban a otras partes, embarcando en el río Barbate. Se llamaron 'los años del Barbate'. Pero no hay mal que cien años dure, y a los tres años llovió tanto que hubo hasta inundaciones.

P/D. Por tanto tranqui, mucho tranqui. Ya pasará la euforia. La verdad está en la España constitucional con sus partidos políticos serios y responsables, su Gobierno y su sistema judicial. Terminará la sequía, pero lo que no se puede es perder la calma con las algarabías, dar el perdón a Carlitos, recibirlo en Barajas como president y bailar con ellos la sardana entonados con Codorniu.

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