Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Hace poco hubo una tragedia por un accidente de avión. Murieron muchas personas. Todas las tragedias son tristes, con independencia de quiénes sean los afectados. La única diferencia es que si hay fútbol de por medio, es más mediático. El Chapecoense, un equipo modesto de la liga brasileña, se dirigía a jugar su primera final de la Copa Sudamericana. Una competición que viene a ser como la Europa League. Con el accidente sufrido se ven reflejados jugadores, técnicos y aficionados al fútbol de todo el mundo. Un colectivo muy numeroso. Por eso es más mediático.

No puede pasar desapercibido el Atlético Nacional, el equipo colombiano que también iba a jugar la final. Solicitaron a la Conmebol que el título de campeón de esta edición fuera para el Chapecoense. Un gesto que hace muy grande al deporte y al fútbol. Pudieron haber esperado a que se designara otro finalista, o pedir el campeonato, pero renunciaron a él para que lo reciba un equipo al que ya ha marcado para siempre la tragedia.

Hace unos años, en un partido de cantera en otra provincia andaluza, dentro del vestuario local había un cartel enorme que decía: "La victoria es lo único importante". Lo que ponía ese cartel no es verdad. Mucho menos en el fútbol formativo, donde hay que enseñar también que el fin nunca justifica los medios, que la victoria conseguida de cualquier manera no sirve. El Atlético Nacional lo ha demostrado. El fútbol, el deporte, está por encima del resultado.

Puede ser que, con esta renuncia, el Atlético Nacional tenga una copa menos en su palmarés, pero en la historia de la Copa Sudamericana siempre se reflejará como un equipo ejemplar que estuvo a la altura de las circunstancias. Eso vale mucho más que una copa. Enhorabuena.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios