Hay un motín en el sector 2 de la prisión de máxima seguridad ADX. Varios funcionarios de prisiones y presos han resultado heridos y el alcaide de la cárcel y las fuerzas de seguridad se dirigen hacia el foco del conflicto para calmar los ánimos. Estarán una hora. La misma hora que usted, junto a sus compañeros prisioneros en el sector 1, tiene de plazo para intentar escapar... ¿Será capaz?

El trepidante relato es la máxima de la que partirán todos aquellos que se internen en las instalaciones de Lockgical, en la calle de los Balbos, la primera escape room que abre sus puertas en Cádiz gracias al empeño del joven empresario gaditano (¡25 años!) Alejandro Rodríguez.

“Me fui a Madrid a estudiar Comercio Internacional, cuando terminé me fui a Irlanda unos meses para perfeccionar el inglés y luego volví a Madrid para buscar trabajo. No salió nada de lo mío pero estuve dos años currando en un restaurante japonés del barrio de Salamanca. Ahorré mucho y siempre con la ilusión de montar una empresa en mi ciudad, en Cádiz, ¡y aquí estoy!”, explica el emprendedor que hace dos años se aficionó en la capital a los juegos de escapismo en vivo y tras realizar “un estudio de mercado” sobre esta veta de negocio en la provincia se decidió. “Por entonces no había ninguna escape room en la provincia de Cádiz, aunque en este tiempo, como la burocracia es tan lenta y mucho que los jóvenes no emprenden pero cuando te lanzas no tienes mucho apoyo, pues ya han surgido algunas más, pero en la ciudad sí que esta actividad es la primera”, dice.

Así, después de varios meses de adecuación del local y “mucho más” de pensar cada acertijo, cada juego de lógica y la trama, Alejandro Rodríguez abrió el pasado lunes las instalaciones de Lockgical con un éxito abrumador. “Pues sí ha sido un gran debut, toda la semana la he tenido completa, el fin de semana también lo tengo y para la semana que viene ya hay cerrados nueve grupos. ¡Ojalá que siga así!”, desea.

Y es que lo que ofrece Lockgical es una experiencia hasta ahora única en la ciudad. Una actividad “de ocio alternativo”, califica, donde se aúnan el uso del ingenio y la diversión ya que los participantes tendrán que salir de la cárcel que Alejandro les tiene preparada con una llave que sólo encontrarán si antes resuelven una serie de acertijos, juegos de lógica y un rosario de enigmas que el propio emprendedor ha creado ya que, según cuenta, “hay veces que quien tiene pasta compra, digamos, un juego para adaptarlo a su escape room”. Además, el joven se ha encargado de testar las pruebas por lo que la edad mínima para participar es de 12 años siempre que haya algún adulto en el grupo que estará compuesto entre 2 y 6 personas.

El nivel de las pruebas es “medio” para personas que nunca hayan jugado aunque su creador reconoce que para quien tenga mucha experiencia puede resultar algo más fácil, claro. “Hasta ahora todos los que han venido se lo han pasado muy bien. Algunos salieron de la cárcel y otros se quedaron presos”, ríe.