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Cultura

Las dos caras del mundo a través de la mirada del argentino Ernes Oehler

  • lA partir de hoy se podrá disfrutar de la exposición de retratos en la sala Rivadavia

El fotógrafo Ernes Oehler, frente a una de la imágenes que se pueden ver en la Sala Rivadavia.

El fotógrafo Ernes Oehler, frente a una de la imágenes que se pueden ver en la Sala Rivadavia. / jesús marín

"él juega con una milésima de segundo para retratar algo que luego dura para siempre en un papel". Agustín Alberto Nuñez, cónsul de la República Argentina en Cádiz, explicaba de esta forma el espíritu del trabajo de Ernes Oehler en Hombres y metrópolis en la lente de un argentino, la exposición del fotógrafo argentino que desde hoy se puede visitar en la Sala Rivadavia y que ayer se prentó con la presencia de algunas de las autoridades de Diputación y Martín F. Rearte, cónsul Adjunto.

Oehler en esta exposición de retratos urbanos, que guardan sus propias historias, recoge sus vivencias en sus distintos viajes. El artista vive para viajar, es su pasión y se puede percibir claramente en sus fotografías. Las divide en dos sesiones, una en blanco y negro, reflejando grandes metrópolis como Nueva York, París y Venecia. La otra sesión en color, basándose en todo lo contrario a la anterior, aldeas muy pequeñas que incluso no existen ni en el mapa. "Me siento muy identificado, son sitios que me han marcado como persona y han sido sitios muy especiales para mí", explica sobre esta segunda parte de la muestra que transporta al espectador a lugares tan remotos que, como el propio protagonista de la tarde aseguró, "cuando mi mujer y yo visitamos algunas de estas aldeas éramos llí los únicos extranjeros y la gente se acercaba a nosotros para preguntarnos qué hacíamos ahí".

Así, las fotografías de Hombres y metrópolis en la lente de un argentino están unidas por el hilo conductor de la vida cotidiana de distintas personas en rincones diferentes de urbes, el hábitat humano o en mínimas ciudades aunque no sean más que un punto diminutivo en el mapa.

Pero la intención de Oehler es la de capturar "los instantes de la vida cotidiana en un segundo para hacerlos eternos". De esta forma, el creador juega con la composición natural y el microsegundo para obtener una fotografía donde el individuo no asume alguna postura, simplemente, se espera la espontaneidad de un momento único, impredecible e irrepetible.

Desde que tiene uso de razón, a Ernes Oehler le apasiona el mundo de los retratos, de hecho, a los 16 años se hizo con su primera cámara, y desde entoces no se ha separado de ella. Lleva 12 años viviendo en España y se dedica a la fotografía publicitaria y desde 2004 recorre el mundo con su particular visión.

La exposición se puede visitar hasta el 1 de septiembre en horario de 9:00 a 14:00 horas, en la sala Rivadavia.

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