Con este sugestivo título Jesús Maeso acaba de presentar en Cádiz su última novela histórica que tiene como principal escenario el Cádiz de las Cortes.

Jesús Maeso, nacido en Úbeda, y que lleva casi cuarenta años viviendo en Cádiz es ya un gaditano más, con una larga trayectoria que se traduce en obras tan conocidas como Tartessos, El auriga de Hispania, La profecía del Corán, El Papa Luna o La cúpula del mundo, esta última premio Caja Granada de Novela Histórica (el más prestigioso en su género hoy en día y, también, el de mayor dotación económica). En esta nueva novela el autor se adentra en aquellos convulsos años a través de su protagonista, el gaditano Germán Galiana. A través de una serie de situaciones de lo más diverso, nuestro héroe, propotipo del liberal tolerante y abierto a las nuevas ideas, viaja en una especie de itinerario iniciático por los lugares más significativos de la época, donde aparte del Cádiz doceañista, aparece también la España que lucha contra las armas napoleónicas y la América hispana que empieza ya a luchar por su independencia de la Metrópoli y donde precisamente acabará la novela.

Toda una serie de personajes, reales unos y ficticios otros, van desfilando en una serie de secuencias hilvanadas con gran precisión y acierto a la hora de manejar el gran caudal de datos que nos ofrece sobre aquella época. Reyes, ministros, generales, guerrilleros, pícaros y tonadilleras son buena parte de todo ese abigarrado elenco de personajes que se suceden en una trama apasionante. Unas valiosas joyas, misteriosamente desparecidas, pondrán a su vez un plus añadido de intriga y misterio. Tampoco faltarán las constantes alusiones a la Inquisición, la Masonería, la vida de los cafés, las tertulias, los saraos... sin que olvidar tampoco la nota romántica, presente en los desgraciados amoríos del protagonista con una damisela gaditana.

En definitiva, la vida de una ciudad como el Cádiz de principios del siglo XIX, que ya vivía con intensidad el paso del Viejo al Nuevo Régimen. En todo ello se nota, y mucho, que el autor no solo es novelista, sino también un licenciado en Historia que bucea en el pasado huyendo del tópico al uso.

Una novela, que divierte, entusiasma y enseña a la vez, por lo que cabe felicitar a Jesús Maeso por su acierto al escribir esta obra, una pieza más del acervo de nuestro Bicentenario, que nos deleiterá y nos ayudará a conocer mejor la historia de unos momentos tan claves para el devenir de todos los españoles.