Hoy concluye el XII Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas, con un aumento de participación respecto a otros años. "Cada vez hay gente de más países y más joven, que es un dato muy interesante", comenta satisfecha Margarita Borja, una de las coordinadoras del encuentro.

El lema de este año es El compromiso en escena, y todas las actividades que se están realizando giran en torno a él. Se ha analizado "el compromiso de las mujeres con la emergencia en sus países, con la resistencia creativa en situaciones de violencia y de desaparecidos, que por desgracia son tan frecuentes en América Latina. También, el caso de la resistencia a la globalización, denuncias de casos de violencia de género y de desplazados... Es que la panoplia de casuísticas que verdaderamente llenan de tristeza a poblaciones enteras en América Latina, en todos los países, es una cosa muy terrible a la que yo creo que nos estamos acostumbrando", explica la coordinadora.

Margarita Borja señala el homenaje que se hizo ayer a la colombiana Patricia Ariza, "una mujer eminente, muy distinguida y muy reconocida por su triple compromiso, por una parte con los desplazados de su país y los desaparecidos, por otra con la violencia de género y por otra con el propio teatro". Porque, para ella, el teatro es "una manera de intervenir en el dolor y tratar de trascenderlo. Supone una liberación. A la gente le permite verse reflejada, le permite sentirse sujeto de su propia historia, porque tanto quienes actúan como los espectadores añaden a eso que están viendo sobre el escenario o en una calle su propia biografía dolorosa".

Al preguntarle qué destacaría de la edición de este año, contesta sin dudar: "Lo tengo que destacar todo, porque la verdad es que no hay una sola cosa que no sea destacable". Y habla del proyecto Las bellas durmientes sobre la violencia de género, del taller de máscaras que se está realizando, la charla de Jesusa Rodríguez y Lilian Felipe sobre la "impresionante resistencia creativa que se ha levantado en México" en contra de la privatización del petróleo, las performances y las "ponencias de muy alto nivel" que ha habido... Aunque sí resalta la gran presencia de creadoras escénicas colombianas.

Después de once años de andadura, ya se están viendo los frutos de este encuentro. Se están haciendo coproducciones entre compañías españolas y de distintos países de América Latina. "En Alcalá de Guadaira se ha celebrado este mes un festival de obras de mujeres de América Latina y España llamado La otra mirada, que ha sido interesantísimo; en Barcelona, nuestra compañeras del Proyecto Vaca van a inaugurar un intercambio de espectáculos en el festival Novembre Vaca, y otras compañeras del País Vasco, que se llaman Simulacro Teatro, han conseguido realizar el primer circuito de distribución de espectáculos paritario", enumera Margarita Borja.

"Estamos muy orgullosas. No nos podíamos imaginar que este encuentro iba a ir dando estos resultados tan extraordinarios", concluye.