Antonio Dechent. Actor

"Me ha resultado difícil encontrar dónde está el núcleo del personaje"

  • El conocido intérprete sevillano debuta esta noche y mañana sábado, sustituyendo como actor principal a José Pedro Carrión en la obra 'Estado de Sitio', que se lleva a escena en el Teatro Pedro Muñoz Seca

El conocido intérprete Antonio Dechent (Sevilla, 1960) debuta en el Teatro Pedro Muñoz Seca como actor principal de la obra Estado de Sitio, de Albert Camus, que se lleva a escena hoy y mañana. Sustituye a José Pedro Carrión, que asumió el papel protagonista en la primera parte de la gira, y sobre quien recayó el peso principal en el estreno de la obra, que se celebró el 10 de enero en Cádiz. Antonio Dechent se encontraba ayer en El Puerto en el ensayo general de esta adaptación del texto de Camus, producida por el Centro Andaluz de Teatro (CAT) en colaboración con el Consorcio del Bicentenario. Este periódico lo pudo entrevistar durante una pausa en el bar taurino Sol y Sombra.

-Debuta en el papel principal de Estado de Sitio sustituyendo a José Pedro Carrión. ¿A qué se ha debido el cambio?

-No creo que mi personaje sea el personaje principal. Desde el momento en que la obra está dramatizada casi como un auto sacramental creo que los personajes de la Peste, la Muerte, el Héroe o Nada, tienen una similar importancia dentro de la obra. En cuanto a la sustitución, el cambio estaba avisado desde el principio, no tiene ninguna más importancia ni ninguna otra lectura. Cuando José Pedro aceptó el papel ya dijo que llegaba hasta tal fecha y se buscó a otra persona para que después de esa fecha se hiciera cargo del personaje. No es que hayan surgido discrepancias profesionales ni nada de eso.

-¿Cuál es su papel en la obra?

-El personaje simbólico que yo represento es Nada, que es la voz nihilista del pueblo lanzada desde un borracho. La función de Nada es golpear las conciencias de la Humanidad. Tiene un poco de Juan Bautista, en el sentido de que anuncia la llegada del Apocalipsis, anuncia la llegada de lo que estamos viviendo ahora, de la cosificación del poder del dinero, del que todos vamos a acabar siendo súbditos y lacayos.

-¿Cómo ha recibido el encargo?

-Lo he recibido con mucho pudor a la hora de afrontar una sustitución ante un actor como es él pero por otro lado intentando darle al personaje la impronta que yo le pueda dar dentro de mis características. Lo he recibido con una gran responsabilidad añadida por compartirlo con José Pedro, lo que obliga a estar más atento a cualquier desliz que pudiera yo tener.

-¿Le ha resultado difícil meterse en el papel?

-Yo tengo que hacer el mismo camino que ha realizado toda la compañía en un tiempo muy limitado. Ellos han llegado ya a una serie de conclusiones y yo tengo que hacer ese proceso mucho más rápido. Yo conocía el texto de Camus, pero la versión de Juan García Larrondo no la conocía. El personaje es complicado porque es un borracho nihilista, real, pero a la vez es un arquetipo. Me ha resultado difícil encontrar en poco tiempo dónde está la almendra, el núcleo del personaje, aquello que lo define, a qué me tengo que agarrar cuando esté perdido, eso ha sido lo más difícil.

-¿Cómo encaja Estado de Sitio en el Bicentenario de la Constitución?

-La obra está afincada en Cádiz. Además, está escrita justo después de la supremacía nazi en Europa. Habla sobre cómo el hombre si deja de tener miedo a la muerte, a la peste y a todo lo que le hace aborregarse y obedecer, le vence. Creo que eso tiene bastante que ver con la Constitución de 1812, que abogaba por la libertad de las personas.

-¿Cómo se siente trabajando con este elenco de actores?

-Tengo mis amigos dentro del elenco y del equipo técnico, en los que me puedo apoyar y a los que les puedes pedir un poco de compasión, por decirlo de alguna manera. Hay actores con la que llevo trabajando mucho tiempo, un montón de gente con la que ya he trabajado. Yo llevo en esta profesión muchos años y este es en su mayor parte un elenco andaluz.

-¿Qué dificultades tiene representar a un escritor como Camus?

-La poesía. Es un hombre que tiene muy claro el discurso ético y filosófico y está teñido de poesía. Eso es lo difícil de interpretar, encontrar la poesía dentro de la sentencia moral. Su lenguaje filosófico está teñido de humanidad. Habla de cosas absolutamente intelectuales, pero todas están teñidas de corazón, y esa mezcla es muy bonita pero es muy difícil de representar.

-¿Cree que los efectos escenográficos pueden desdibujar el trabajo actoral?

-No creo, no tiene por qué. Desde que esta obra se escribió en 1948 se concibió como un macro espectáculo. La obra está escrita para que haya diversas formas teatrales dentro del escenario. Cuando se escribió ya se intentaba hacer un teatro total en el que hubiera elementos corales, elementos audiovisuales, elementos musicales, sonoros, que en algunos casos parecen contradictorios, pero van unidos para contar el mismo discurso.

-¿Qué ofrece el teatro a un actor que no le aporte la televisión?

-Yo soy un actor de teatro. Empecé haciendo teatro y espero acabar haciendo teatro. Lo que yo encuentro en el teatro es mi país, es mi nación, mi territorio, es mi hábitat natural, en el que yo me muevo, los códigos que yo conozco y donde yo sé moverme. Lo que encuentras en televisión tiene mucho que ver con mi cuenta corriente. A mí me sigue gustando mucho más el teatro, porque yo siempre he trabajado para el público. Hay gente que le gusta más la introspección, trabajar para encontrar algo dentro de ellos. Yo trabajo más para la gente.

-¿Por qué a pesar de la crisis los teatros se llenan más que nunca?

-Los teatros se llenan porque no están haciendo obras de teatro. Se llenan porque están con gente de televisión, haciendo cosas de televisión: musicales, cabaret, y experimentos audiovisuales llevados al teatro. El espacio teatral se está ocupando por otras cosas y la gente acude porque esos códigos los conoce más. El teatro tiene el mismo público de siempre. No creo que el teatro en sí tenga mucha más gente.

-¿Que significa trabajar en una obra de un gigante como Camus?

-Lo primero mucho miedo y una gran dificultad. Estamos hablando de alguien con quien yo estoy de acuerdo, tanto con su trayectoria vital como con la herencia que nos ha dejado, con lo cual es una responsabilidad hacia el público y una responsabilidad personal.

-¿Que le parece el trabajo de adaptación de Juan García Larrondo ?

-Me parece muy bien. Ha hecho una cosa muy buena, que ha sido destilar. Veo que lo ha mediterranizado bastante más y eso es lo bueno. Se ha quedado con la esencia de la poesía y sobre todo de la ética de Camus. Le ha dado coherencia y luminosidad al texto.

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