CINE

El poder de los cyborgs

  • Se estrena Termination Salvation, donde se retoma la saga del cyborg asesino contando sus orígenes y con Chirstian Bale dando vida a John Connor

Arnold Schwarzenegger tuvo una salida muy triste del cine antes de dejarlo sabiamente por la política. Estrelló a su personaje estrella en una absurda tercera parte de Terminator, que no aportó nada a los dos clásicos del cine de acción dirigidos previamente por James Cameron. Sin embargo, ha sido rescatado en lo empieza a ser una obsesión del cine americano actual. Con la versión de Star Trek de Abrams aún en cartel, el robot con forma humana también nos va a contar el origen de su saga. Terminator Salvation contará como es preceptivo con saltos temporales pero esta vez se planteará en la guerra entre los humanos liderados por el entrenado hijo de Sarah y las maquinas sublevadas.

Y es que en la Ciencia Ficción el conflicto entre el maquinismo y una humanidad que debe servirse de ellas pero al final se convierte en su víctima es un tema recurrente. Y no les falta razón a los autores que ejercen este subgénero. ¿Hasta que punto la revolución tecnológica nos ayuda o nos fastidia? Por ejemplo, es un hecho que la tecnología promueve despidos. Ante esto qué hacer. Parece que la opción ideada por James Cameron en el primer Terminator hace un cuarto de siglo de máquinas sublevadas intentando reducir costes de personal no es tan disparatada.

En el film que se estrena hoy viernes veremos a John Connor en plena guerra contra el gran ordenador Skynet, hasta que llega una nueva amenaza más terrible. Los Terminator, unos cyborgs con recubrimiento humano que pueden dar el pego e infiltrarse. Y es que el éxito de estas máquinas tan tramposas entre el público es evidente. La sociedad neocon ha provocado bastantes robots con forma de persona, con lo que igual todo el mundo conoce alguno. Estos Terminators gestionan sus asuntos con la mecánica indiferencia hacía el género humano con la que Arnie masacraba a los que se le oponían en su búsqueda asesina. Aunque toparse con un cyborg que viene a matarte por derecho es casi un alivio. Al menos, los John Connor de la vida saben como jugarles.

Y es que el hijo de Sarah, personaje que añoramos en estas nuevas entregas de la saga, se ha convertido en una especie de presidente de un comité de empresa que lucha frente tanto Terminator de hielo por la supervivencia de su plantilla, condenada a esconderse en búnkeres y desiertos huyendo de tanta planificada crueldad. Aunque no dejan de ser conscientes de que la fin y al cabo los robots humanoides no son más que los empleados de un sistema llamado Skynet, del que nunca se conocen sus componentes exactos pero está en alguna altura planificando tanto exterminio, porque quieren que sus máquinas sigan gozando de la superioridad frente al bienestar humano. Christian Bale, que parece estar especializándose en este tipo de reconversiones fílmicas tras su Batman, es John Connor, y Mark Worthington un extraño personaje que parece venir del pasado y puede tener un secreto es su compañero de reparto. Aunque una cosa está clara: haría falta ser frío como un cyborg de estos para no sentir simpatía por la épica lucha del hijo de Sarah y su gente. Después de todo pelean por la dignidad humana.

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