En su penúltima sesión antes de las vacaciones, el ciclo de Campus Cinema Alcances nos acerca a una curiosa figura de nuestro cine. El catalán Pere Portabella, que a sus casi ochenta años todavía sigue en activo. Portabella fue un de los emblemas de la Escuela de Barcelona de la década de los sesenta, pero antes fue productor y responsable de los primeros films de Saura y Ferreri. Durante la Transición fue senador y durante muchos años, diputado al parlamento autonómico de Cataluña.

Su escaso cine nunca ha sido fácil ni ha gozado del predicamento del gran público. Hoy se presenta en Cádiz su última película, El silencio antes de Bach, que ha costado 120.000 escasos euros. La cinta está protagonizada por Alex Brendemühl como el genial Juan Sebastián Bach y Hedor Atkine. El film es una buena muestra de la producción de su autor, inactivo como cineasta desde Puente de Varsovia en 1990.

El silencio antes de Bach es una historia no lineal que avanza de forma discontinua y exige la participación del espectador. Se centra en el momento en que el compositor acepta el puesto de cantor en la Escuela de Santo Tomás en Leipzig. No tiene una posición social muy holgada ni una consideración musical muy alta, pero su talento acaba trascendiendo en los siglos venideros.