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Cultura

Dos nuevas entregas del estudio flamenco 'En er mundo!'

La danza y el toque flamencos -no así el cante- tal y como se conocen hoy se fraguaron en Nueva York a lo largo de los dos últimos siglos, según demuestra el investigador José Manuel Gamboa, quien explica esta tesis en una obra de 1.200 páginas que cuentan la peripecia americana de cientos de artistas.

En er mundo! es el título de esta obra que lleva el subtítulo De cómo Nueva York le mangó a París la idea moderna de flamenco, publicada, sólo en edición digital en cuatro volúmenes por Athenaica Ediciones Universitarias, que acaba de sacar el segundo volumen y que tiene previsto publicar los dos restantes antes de final de año .

Gamboa ha dicho que su investigación arranca en 1825, con los artistas que denomina "preflamencos" y llega hasta la actualidad, dividida en dos partes: Los que llegaron en barco y Los que llegaron en avión, a las que se añadirá, en el cuarto volumen, un estudio sobre discografías grabadas en Nueva York, donde en 1948 se inventó el microsurco y donde anteriormente se efectuaban en cilindros.

La tesis de Gamboa es que el flamenco va a Nueva York "de la mano de las vanguardias artísticas", del mismo modo que primero recaló en París. Según Gamboa, "el gran centro de reclutamiento de artistas" en el primer tercio del XX fue París, nunca Sevilla o Cádiz, y ese fue el caso de la Argentina, Antonio Mercé o María 'la Borrica', y otros tantos artistas que allí se consagraron hasta instalarse progresivamente en Nueva York.

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