Cultura

La mirada serena del arquitecto

  • El artista y arquitecto jienense Alfonso Rodríguez trae al Colegio de Arquitectos de Cádiz una colección de coloridas acuarelas inspiradas en paisajes del litoral gaditano

'la mirada del arquitecto'

Alfonso Rodríguez Colegio de Arquitectos de Cádiz, Acuarelas. Hasta el 29 de julio, en plaza de Mina, 29.

Los arquitectos observan los paisajes de una forma distinta. Lo analizan, perciben la sutileza de sus perfiles urbanos y naturales, los procesan desde la razón. Así lo concibe el arquitecto y también artista jienense Alfonso Rodríguez, mientras atraviesa con su mirada y su pincel los paisajes de la ciudad.

El Colegio de Arquitectos de Cádiz acogió ayer la inauguración una recopilación de acuarelas bajo el título La mirada del arquitecto, un total de 30 obras de paisajes generales y muchos de ellos gaditanos extraídos a lo largo y ancho de su litoral, de playas como la Caleta o la Barrosa, sobre el mes de agosto o de la Catedral. Lugares que el acuarelista hace suyos en su hacer artístico con el fin de transmitir la "armonía y paz" que a él le aportan.

"Mi obra es muy tranquila y es lo que quiero transmitir a los compañeros del colectivo en estos momentos de crisis", señala. Por eso ha reparado en "la magnitud de Cádiz" a través de su "limpia, serena y transparente" acuarela. Un trabajo con el que, según relata su amigo y admirado Juan Manuel Fernández-Pujol, también acuarelista, "se vuelve hacia Cádiz y sus lugares y nos deleita conservando su belleza formal, el color y la luz de Cádiz".

Y es que de la colorida luminosidad que despliegan los rincones de la Bahía se impregna su pincelada suelta, siempre sujeta al dominio técnico que el dibujo le ha reportado desde su propia profesión de arquitecto.

Sus vitales acuarelas se acompañan además de la música del compositor, músico y activista japonés Ryuichi Sakamoto. "Este pianista, al igual que los arquitectos, estaba condenado a ir creciendo y moverse con los ritmos de los tiempos. Y todo esto con una base de pureza que tenemos todos", compara.

Su trabajo se presta así tanto al deleite estético como al espiritual, de cara al público y a su propio concepto de la profesión. "Me considero un profesional más global, me gusta cultivar otras artes, aún cuando algunas de ellas se consideren menores. Pero es que para mí, todas ellas se resumen en un mismo proceso creativo: idear, inventar, imaginar", relata al hilo de su pasión por el arte.

En este apartado su amiga Teresa Ortega Ruiz dice que el acuarelista jienense "elimina la línea rígida que su profesión de arquitecto le confiere, para versatilizarla flexible y ágil, aportando a sus acuarelas de pequeño formato, una gracia especial y un color muy personal".

Y es que es en la acuarela donde Alfonso Rodríguez Márquez encuentra nuevos espacios para el aprendizaje, más allá de la construcción de una vivienda o del diseño de un colegio, porque al final se trata de lo mismo, "idear e imaginar". Un trabajo enfocado de una y otra forma al dibujo, "el principal mimbre para todo lo que hago. El arquitecto nunca debe dejarlo y tiene que reivindicarlo".

Y justo es esto lo que Alfonso Rodríguez reivindica con la muestra que ahora trae al Colegio de Arquitectos de Cádiz, el dibujo y la armonía desde estas escenas veraniegas de la ciudad, con las que ha generado un "ambiente expositivo racionalizando estos espacios", comenta el artífice, que ha compaginado su profesión con esta pasión desde hace décadas.

Ahora, su objetivo no es otro que "reconfortar, reflexionar, evolucionar y expresar" su forma de concebir la vida, desde la mirada serena de un arquitecto.

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