Nuestra primera herramienta fue nuestra propia mano y desde el principio de la historia la hemos empleado para el amor, la vida o la guerra. Su uso creador está presente prácticamente, salvo alguna que otra excepción, en todo este bloque documental. En primer lugar, Hibernando, es la historia bien contada de un emprendedor que se maneja con maña y nos hace descubrir el arte que esconde también en sus pies. A continuación, A conserveira explica por sí solo el trabajo en una conservera de sardinas que aún mantiene procedimientos manuales. Por su parte, el trabajo de Manicura sirve para asomarse con delicadeza a las vidas de unas ancianas en una residencia. Más refinado y poético resulta aún Ultimo retrato, aunque le falta cierta información contextual. Por otro lado, sorprende y divierte la ilustración de la teoría de la estrategia en la descripción franca y directa que ofrece Madame Bretó. Finalmente, resulta muy interesante el cuento casi de terror de Una historia para los Modlin, donde los materiales se manipulan sobre un tapete como si se tratara de un juego de prestidigitación o un espectáculo de marionetas.