Cultura

"No hablamos de subvenciones, sino de apoyar a una industria"

Existe una enorme oferta y, posiblemente, existiera una demanda si el 'todo gratis' no hubiera acabado con ella. La industria musical española, que cuenta con más productos que nunca, que cuenta con más calidad que nunca, busca un camino por el que convertir toda esa creatividad (en términos económicos, productividad) en dinero que haga posible la pervivencia del sector, la generación de empleo y el incremento de cuotas a la Seguridad Social. No es fácil.

Las jornadas profesionales, que se desarrollan paralelamente al espacio lúdico del Monkey, revelan que existen mimbres, un esqueleto empresarial, para armar una palabra que en estos foros gusta mucho: industria. Pero la fragmentación y la fragilidad de estas mismas empresas hace inviables movimientos necesarios como la internacionalización.

Una de las mesas en las que ayer se habló del futuro del sector convocó a promotores potentes. En ella estaban Juan Santander, de I'm an artist, Víctor Velasco, de Sones, y Miguel Ángel Garrido, de Gig'n Tink. Estas tres firmas mueven a un altísimo porcentaje de los artistas de este país por el mundo, pero lo hacen, según revelaron, con ínfimas ayudas públicas, tanto españolas como europeas. "Las ayudas europeas existen, pero en su propia formulación está su barrera. Las españolas, después de que el ICEX en su día hiciera un pequeño esfuerzo, existen pero son escasísimas", afirmó Santander.

El sector, explicó Víctor Velasco, no quiere mendigar dinero, sino acometer un impulso que luego pueda revertir en beneficios globales. "Odio la palabra subvención. Lo que demandamos son ayudas a la industria. Cuando el estado da dinero a Porcelanosa nadie habla de subvenciones, sino de ayudas a la industria, nuestro caso es el mismo y estamos hablando que todo el sector cultural mueve un 5% del PIB, es increíble que se nos trate como pedigüeños".

Y las posibilidades de crecer existen. "Si hablamos del mercado anglo, el propiamente inglés, hay que admitir que es muy difícil entrar, pero no ocurre lo mismo en Irlanda o Gales. El mercado nórdico está mostrando un increíble interés por contar con bandas españolas y traer a sus bandas aquí. Y si hablamos de Iberoamérica la conexión sería mucho más fluida sino fuera porque en vuelos y en infraestructura de desplazamiento se esfuma todo el posible beneficio", expuso Santander, que sugirió acuerdos entre gobiernos para un flujo de músicos a los dos lados del Atlántico.

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