Un análisis con carbono 14 ha revelado que la conocida estatua capitolina de la Loba amamantando a Rómulo y Remo no es de la época etrusca, como se había dicho hasta el momento, sino de la Edad Media.

El nuevo análisis fecha la realización de la estatua entre los siglos VIII y XIV después de Cristo, es decir, más de mil años después del origen que se le atribuía.

La restauradora Anna María Carrubba, quien participó en los trabajos de rehabilitación de la estatua entre los años 1997 y 2000, ya indicó entonces que la obra podría ser medieval por la técnica de fundición que había sido utilizada para su realización.

Según el periódico italiano La Repubblica, el Ayuntamiento de Roma era conocedor de los resultados desde hace más de un año, pero no los había hecho públicos.