Cultura

El corazón del Pay Pay

  • Hasta hoy viernes puede verse el original espectáculo 'Cinco minutos y a escena'

Diez años de Pay Pay, el mítico local de la canalla gaditana que inició una nueva etapa, convirtiéndose en un corazón y en un motor del barrio del Pópulo. Unos 2.000 espectáculos han pasado por sus remozadas tablas en esta década prodigiosa. Pero lo mejor que se puede decir de él es que ha creado su propia mítica. Cantautores, monologuistas, danzantes, escritores, flamencos, carnavaleros y un largo etcétera que han forjado una densa red de complicidades en todo este tiempo. Y es que el Pay Pay es mucho más que un local de copas, un café bar de espectáculos, es ya una filosofía de vida hecha paso a paso y jirón y jirón en una ciudad, reconozcámoslo, a veces difícil para iniciativas que no incluyan los grandes hitos que la marcan, a veces para mal.

Esta filosofía significa que el Pay Pay, en vez de aceptar regalos de cumpleaños, lo da. Así, hasta hoy viernes puede verse el espectáculo 'Cinco minutos y a escena', original incluso para los habituales del local, pues en él podrán entrar en el verdadero corazón del Pay, tanto físico como artístico. Los espectadores se verán llevados de la mano de la mejor maestra de ceremonias posible a la trastienda del escenario, donde estos 2.000 espectáculos se han cambiado de ropa, se han maquillado, han calentado voces, se han asustado o se han relajado. Y sorprenderemos en este viaje a intérpretes en los cinco minutos previos antes de salir a escena, con historias que cuentan las leyendas del Pay ocurrieron de verdad. Sus nervios, sus problemas, gente que igual no está al cien por cien para salir, la difícil imbricación de las vidas personales y profesionales, el auto machaque antes de afrontar al público, etc. Todas estas píldoras, transcurren de forma que se rompe la convencionalidad del espectáculo, pues el público está entre los actores. Podía ser algo fantasmagórico, pues es como adentrarse en un lugar encantado cuyos recuerdos se han quedado prendidos de sus paredes y se manifiestan entre nosotros, fragmentos desgajados del corazón del Pay Pay.

Pero no es así, pues servido por un grupo de artistas gaditanos que en algún caso forman parte de este tapiz sentimental del local, es un espectáculo que consigue no ser nostálgico, sino una afirmación: la del espíritu del Pay Pay, que sigue vivo y coleando, produciendo en este aniversario más sensaciones y vivencias que sin duda quedarán atrapados en la retaguardia de su escenario y tal vez algún día se escapen y se manifiesten ante nosotros con la brillantez de estos 'Cinco minutos y a escena'. Que sea por muchos años.

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