Rondaría Ander Valverde los 15 o 16 años cuando, por uno de esos extraños vericuetos del azar, cayó en sus manos una cinta de Bob Marley. "Creo que era el Uprising...", quiere acordarse el vocalista y letrista de Green Valley que se puso a trabajar con un amigo "en la casa de un señor con 80 años que había fallecido y que tenía el Síndrome de Diógenes", nos sorprende. "Nosotros teníamos que distinguir entre los papeles que no servían para nada y las cosas importantes, facturas, escrituras y ese tipo de cosas... Y ni te imaginas la de objetos de todo tipo que había en esa casa... No te lo puedes imaginar... Y entre todo aquello estaba la cinta de Bob Marley, me dijeron que me la podía llevar. Llegué a casa, la puse en el radiocassette y se me metió hasta el alma".

Así comenzó una historia de amor y evolución con y sobre el reggae que dura hasta Ahora, título, además, del último compacto del grupo vasco-catalán que actúa en Chiclana el próximo mes de julio durante el Festival AlRumbo.

-No se prodigan mucho por el Sur pero andan en racha últimamente, el año pasado Barbate, hace unos días en Jaén, el mes que viene en Chiclana...

-Es que está complicado. Hace unos días, justo, hablábamos sobre la gira de salas que vamos a hacer después del verano y salió Sevilla porque tenemos muchas ganas de tocar allí pero es que son 1.100 km desde Barcelona, movernos nueve personas en la furgo... Es un cristo muy serio. Vamos, el mismo problema que tienen las bandas vuestras para subir, realmente. Pero bueno ojalá podamos tocar más porque el público en el Sur siempre nos da mucho cariño, la verdad.

-¿Qué recuerdo tiene de la experiencia del año pasado por Barbate?

-Pues muy especial porque además de lo que fue el concierto, unos amigos y yo nos hicimos una rutilla con una furgoneta por allí por la zona, por (Los) Caños, y también por Almería y le tengo un recuerdo muy bonito a todo aquello. Además, el concierto también nos gustó que tocamos pronto, por la tarde, y nosotros somos una banda que preferimos tocar a las siete de la tarde que a las dos de la mañana, porque el reggae es algo para disfrutarlo ahí al atardecer, tranquilo, con una cervecita...

-Entonces, ganitas de repetir, supongo. ¿Conocían Alrumbo?

-Sí que lo conocíamos pero nunca habíamos participado. La verdad que nos llamaba mucho estar en su cartel porque es un festival de mucho renombre, así que estamos deseando. Y este año tienen un cartel increíble donde tenemos muchos amigos y, como dices, ya que vamos poco al Sur, cuando lo conseguimos venimos a darlo todo.

-A principios de este mes salió el videoclip de 'Exprímelo', untoquecito de atención a los que se pasan "media vida trabajando" y la otra media "corriendo". Es un buen himno de verano, ¿no?

-Pues nunca se sabe... En principio la estamos tocando en gira y tiene buena recepción pero ahora cuando llegas a los festivales te van quitando tiempo de actuación y tienes que ir sacando temas y es complicado después de 6 discos y un montón de singles... A ver el público qué quiere... Nosotros miramos por ellos, sobre todo. Pero yo cuando la compuse sí que tenía la vista puesta en el verano porque entras en el metro de Barcelona y es que huele a estrés y te dan ganas de escapar a la playa ya.

-'Ahora' salió en 2016, ¿cómo ha ido el año con el disco?

-Pues yo creo que ha tenido una respuesta superguay, de hecho, hasta que sacamos Ahora, Hijos de la Tierra era el disco que nos había tirado un poco para arriba y que la gente cantaba y pedían pero en estos momentos nos pasa que vamos a sitios donde la gente no conoce los temas más viejos y lo que piden son los de Ahora, parece como que con este disco hemos conseguido a un público nuevo a la vez que se ha mantenido los que ya teníamos. Nosotros estamos súper contentos.

-En 'Ahora' cambiaron ustedes de productor, ¿no?

-Sí, para este disco trabajamos con Genís Trani, de Barcelona, que para nosotros es un referente del reggae más moderno en España. Antes, trabajábamos con Roberto Sánchez, que es genial, pero vive en Santander y todo se complicaba muchísimo, lo hacíamos de forma digital, le envíamos las pistas, cuando podíamos nos íbamos allí... Así que el proceso era más lento y más complicado. Y para este disco pues quisimos contar con Genís porque habíamos escuchado cosas suyas muy interesantes, nos gustó mucho la reunión que tuvimos con él y estaba en Barcelona al igual que nosotros. Y nos dio pena por Roberto, ¿en?, porque llevábamos c urrando con él tres discos y porque es un amor de persona. Pero bueno, también nos apetecía dar una vuelta de tuerca a nuestro sonido.

-En esa vuelta de tuerca, ¿qué ha aportado Genís?

-Yo creo que Genís ha sabido plasmar esa madurez que hemos adquirido a lo largo de los años. Porque al final nosotros somos súper hippies y hacemos las canciones con una guitarra española en los viajes y él les ha dado el sonido más profesional y meditado que tiene que tener el sexto disco de una banda.

-En sus letras, casi siempre con un mensaje constructivo, he detectado un tema recurrente en los últimos años, que seamos conscientes del tiempo, de su paso y de lo que vale. ¿Eso le preocupa?

-Lo que hay en mis letras es mi manera de sentir y de pensar en ese momento. Y es cierto que en los últimos dos o tres años me he dado cuenta que ha gente como que sufriendo mucho por cosas que le pasaron en el pasado, y no salen de ahí, y, por otro lado, gente que está viviendo siempre con el prisma en el futuro. Y, ¿sabes?, realmente lo único que tenemos es el presente, es el ahora, y tenemos que valorar cada instante y cada momento, que todo tiene su magia.