Luis Felipe Ragel. Escritor y catedrático de Derecho Civil

"Se aprende más de las derrotas y los errores que de las victorias"

  • El jerezano refleja la batalla de Rocroi, "que cambió el sistema de poder en Europa"

Profesor de Derecho Civil pero amante de la Historia desde que era un niño, Luis Felipe Ragel reconoce que en su casa siempre ha habido "ambiente literario". ¡Contad los muertos! Rocroi: la batalla del ocaso del Imperio Español (Áltera, 2005) es su primera novela histórica, aunque ya de joven obtuvo algunos premios literarios. "Escribo desde los 13 años, por ejemplo, diarios. Ha sido mi manera más usual de comunicarme".

-Para ser su primera incursión en la novela histórica, se enfrenta usted a una batalla de nivel.

-Sí, bueno, en realidad esta novela la acabé hace unos años, y es la primera incursión en una novela que me saca una editorial importante (Áltera) de ámbito nacional, con todas las ventajas que esto conlleva. Sí, estaba guardada en el cajón, como otras que tengo ya terminadas. Siempre me ha gustado la Historia, aparte de mi profesión como profesor de Derecho Civil, y el cine. Creo que se aprende mucho más de las derrotas y de los errores que de las victorias y los aciertos. Y ésta, la de Rocroi, fue una gran derrota que tuvimos, pero los españoles supimos perder en aquella batalla. Tuvimos mucha dignidad.

-Pero el final cinematográfico de Capitán Alatriste es diferente, no nos rendimos tan fácilmente.

-Sí, es cierto. En el cine los franceses piden que nos rindamos y nosotros decimos que no. En la realidad sí nos rendimos, pero nos dieron la ventaja de quedar prisioneros y no morir por lo bien que luchamos.

-¿Qué tiene de especial la batalla de Rocroi?

-El Ejército español de aquella época, del siglo XVII, estaba compuesto por soldados de diversas nacionalidades, aunque los españoles eran el núcleo esencial. Al ver que la batalla se estaba perdiendo, muchos abandonaron. De 18.000, al final quedaron 3.000, la mayoría españoles. Tenían el honor de luchar por su bandera, cosas que hoy habría que recordar. Un país que ya tenía conciencia de España. Además, elegí esta batalla porque desde que era un niño me llamaba la atención este acontecimiento histórico. Esta batalla hizo que cambiara el sistema de poder en Europa, fue nuestro declive.

-¿Le cuenta usted batallitas a sus alumnos?

-Ya me gustaría a mí [ríe]. A veces se me escapa alguna y a ellos les encanta, pero no me da tiempo.

-¿Cómo fue el proceso de investigación?

-Muy bonito, muy interesante ya que tuve que coger todos los datos posibles de aquella época, pero lo mejor ha sido escribirla. Fue un tiempo en el que estuve dentro de la batalla. Y es lo que quiero, que el lector forme parte también de la batalla, aunque la novela transcurre en dos días muy intensos. Fue un comienzo prometedor por parte española, al que los franceses dieron la vuelta. También he querido dar la visión de los que estaban abajo, los soldados, no de los que estaban arriba, los poderosos. Los primeros fueron los que murieron o quedaron presos.

-¿Hubiera preferido dar clases de Historia?

-No, mi materia me encanta, es la más central del Derecho.

-¿Qué obra va a sacar ahora del cajón?

-Por ahora no me voy a meter en nuevas batallas. Lo que pretendo es publicar una novela sobre ambiente andaluz, que se llamará El gallo azul, recreada en Jerez entre los años 60 y 80. También tengo pensado publicar novelas de misterios y crímenes. Pero tengo que sacar el tiempo de donde puedo, por eso tardo tanto en escribir. Voy dándoselo a mi tiempo de ocio, aunque en realidad escribir es mi ocio. Yo en realidad soy un escritor de Derecho y de novelas, de cuentos y de poemas, aunque por temas de seguridad [ríe] tengo este trabajo.

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