Crítica de Música

30 años del mejor metal español

Un momento de la actuación de Spanish Brass en el Gran Teatro Falla.

Un momento de la actuación de Spanish Brass en el Gran Teatro Falla. / germán mesa

Aunque bajo la fórmula de un concierto didáctico-familiar-escolar, por fin hemos podido disfrutar, en el marco del FMEC, de esta formación de música de cámara, españoles de Valencia, de fama y renombre internacional.

Sus casi 30 años soplando por las boquillas de sus instrumentos; sus comienzos como profesores de conservatorio, y las colaboraciones con la JONDE, probablemente hayan contribuido a que el concepto de la educación musical lo dominen como nadie. Pocas puestas en escena musicales he visto en mi vida tan didácticas, a la vez que divertidas y con fundamento, como el espectáculo Brass, brass, brass de los Spanish Brass.

Hasta 17 temas fueron interpretados en una hora con un excelente virtuosismo

El concierto comienza con una serie de compases, recreando entre bambalinas, de la obra de Richard Strauss Así habló Zaratustra. La melodía intrigante, dice al instinto de los niños, que algo va a pasar, pero de momento, en el escenario no se ven más que luces, aunque el sonido sale de detrás de las cortinas. Hasta que de repente, aparecen cinco músicos por los laterales del escenario asomando medio cuerpo, con sus instrumentos y tocando The Sidewinder de Lee Morgan. El pequeño público sonríe de inmediato, la intriga se despeja y comienza el espectáculo.

Es un espectáculo didáctico y el asunto va dirigido a los niños. Pero les aseguro que los 'niños grandes' también se lo pasan bomba. ¿Cómo explicar el concepto de qué es una fuga musical sin decir ni una sola palabra? Pues para eso hay que ver a los Spanish Brass interpretar la fuga en re menor BWV 578, de J S. Bach. Cada instrumentista se va moviendo por el escenario, según los temas van tomando protagonismo. Barroco sencillo de comprender. Si lo ves una vez, no te olvidas en la vida de lo que es una fuga.

El espectáculo Brass, brass, brass es la evolución de uno anterior que se llamaba Metàl.lics, también orientado a la didáctica musical.

Tengo que decir que este nuevo ha dado un salto cualitativo, y eso que Metàl.lics era excelente, pero ahora han perfeccionado sus capacidades dramáticas, y actúan historias interpretándolas, como fue el caso de La historia de un soldado, obra de Igor Stravinsky, del que, además de hacer la puesta en escena asumiendo cada uno un papel, interpretan la Marche Royale.

Particularmente, me parecieron excelentes las interpretaciones de la Nana de Manuel de Falla, en un día tan oportuno como el del martes 14, fecha conmemorativa del fallecimiento del genial compositor gaditano, y en un teatro que lleva su nombre. Mientras Manolo Pérez, trompista de la formación, va interpretando magistralmente la melodía principal, los cuatro restantes imitan el movimiento de una cuna. Genial.

Y me pareció también sobresaliente, el Canon de Willian Boyce que interpretaron sólo con los labios y con las boquillas de sus instrumentos. Puedo garantizarles que los niños se quedaron boquiabiertos.

Bueno, en total hasta 17 temas, condensados en una hora, aproximadamente (que es lo que el público infantil aguanta pegado a una butaca de teatro), fueron interpretados con un excelente virtuosismo, donde los Spanish Brass dejan entrever que son capaces de tocar casi cualquier tipo de música, de manera genial, y en serio, aunque parezca una diversión.

Si quieren disfrutar del vídeo promocional del espectáculo, y darse una idea más visual de lo que les he contado, no duden en ver seguir el siguiente link en internet:

https://www.youtube.com/watch?v=FOUke9Jdxds

*Fe de erratas: En la crítica de ayer martes 14, sobre Fahmi Alqhai, los duendes de la informática me jugaron una mala pasada, y la calificación del espectáculo Romances, entre Oriente y Occidente debería haber estado calificado con cuatro estrellas. Cosas que pasan en los festivales. Les pido disculpas.

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