El recién estrenado 2018 será el Año Quiñones. Doce meses para mantener viva la memoria de un escritor de altura que se fue físicamente de Cádiz en noviembre de 1998 dejando en su ciudad una obra literaria de enjundia, una labor cultural de altas miras y de futuro y una figura humana ejemplar y comprometida. Por eso el vigésimo aniversario de su fallecimiento dará la oportunidad de festejarlo. De festejar su obra literaria, su legado cultural, con Alcances a la cabeza, y su gaditanísimo humanismo en favor de la ciudad por la que se desvivió. La presentación de la octava Ruta Quiñones, que se celebrará el próximo 10 de marzo, escenificó ayer la unión de colectivos e instituciones, con la Asociación de Amigos de Fernando Quiñones a la cabeza, para conmemorar, y festejar, al autor de las mijitas: la ruta, un documental, una exposición itinerante y un congreso internacional son algunas de las citas que se convertirán en imprescindibles.

Cualquier excusa es buena para reunirse en torno a Quiñones, aunque la de ayer en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz fue algo más que una simple excusa. Se trataba de desvelar el cartel de la octava Ruta Quiñones, una acuarela de María del Mar Robert que también servirá para anunciar el Año Quiñones. Así, en torno a este cartel se reunieron ante la prensa Blanca Flores, como presidenta de los Amigos del escritor; Juan José Téllez, como responsable del Centro Andaluz de las Letras (CAL); Elena Amaya, diputada provincial; Eva Tubío, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, y la citada artista María del Mar Robert. Todos bajo la inestimable y siempre activa presencia de Nadia Consolani, la viuda del escritor. Excusaron su ausencia el Ayuntamiento de Chiclana y la Universidad de Cádiz, las dos instituciones que completan el abanico de organizadores y colaboradores de las citas de este prometedor año literario: "Un complot a favor de Quiñones y de nosotros mismos", dijo Téllez.

Y la excusa mereció la pena. María del Mar Robert ha echado mano de una foto del archivo personal de su padre para dibujar a un Quiñones más que reconocible, un Quiñones de cuerpo entero que en el original fotográfico posa en la Torre Tavira pero que en el cartel de la ruta se sitúa ante el mar de su Cádiz y con un galeón en la esquinita como "guiño", según explicó la autora, a La canción del pirata, la gran novela de Fernando Quiñones cuya primera edición fue ilustrada por Juan Robert Roglá, padre de María del Mar y amigo íntimo del escritor.

La Ruta Quiñones no andará sola este año. Los detalles de su ya clásico camino por las calles de Cádiz, por las calles de Fernando, se conocerán en los próximos días y los pasos de tantos amigos del escritor estarán acompañados por otras citas que ayudarán a mantener la vigencia de la obra y la persona de Quiñones.

El CAL organizará una exposición pedagógica e itinerante por Andalucía, y confeccionará un catálogo que está coordinando Alberto Romero con 25 autores muy ligados a Quiñones, además de una antología de textos del escritor que está preparando Nieves Vázquez. Diputación ultima un documental sobre el creador de Hortensia Romero, mientras que el Ayuntamiento dará a la parte rehabilitada del Baluarte del Orejón, junto a la Caleta, categoría de Espacio Quiñones. Y Alcances, el gran legado cultural del escritor para Cádiz, cumplirá medio siglo este año. Estamos, sin duda, ante el Año Quiñones y hay que festejarlo como merece.