Dice Víctor Pérez Escolano que Eladio Dieste fue quizás el más claro exponente de la creatividad tecnológica en América Latina. "Su obra nos permite reconocer cómo, bajo condiciones de austeridad, es posible encontrar soluciones cargadas de ingenio y belleza, fruto de la confianza y de la experimentación rigurosa con los elementos disponibles". Y sobre esto versará la conferencia que impartirá esta tarde a las 20.30 en el Colegio de Arquitectos de Cádiz bajo el título En el centenario de Eladio Dieste.

Formado como ingeniero industrial, su perfil original de inventor devendrá en arquitecto. Entre las pinceladas de su vida y obra desgranará que "no era un ingeniero estructural; acertó a mediar orden y sensibilidad en un ejercicio vital de creatividad consumada en el rigor del orden constructivo, en la versatilidad técnica de los materiales dispuestos en soluciones alejadas de cualquier convención; por eso sus obras son capaces de producir la emoción reservada a los grandes maestros".

Así, de las ondas de anémona de la iglesia de Atlántida (1960) a los muros grávidos del centro comercial de Montevideo (1985), hay un cuarto de siglo de experiencias en paredes de superficies regladas y láminas plegadas, que incluye todos sus edificios religiosos. La condición moderna se inscribe en Dieste en la superación de un racionalismo reductivo.