Cultura

Tutorial para una ciudad de seis días

  • Así es como se monta en dos meses un recinto que tendrá que acoger a unas 40.000 personas, el mayor festival andaluz

El montaje de un festival como Alrumbo, el mayor de Andalucía, que tiene que garantizar servicios durante una semana para picos que se acercan a las 40.000 personas es una complicadísima obra de ingeniería que, de hecho, realizan los veinte ingenieros y arquitectos de la empresa Edificarte, que desde 2006 llevan a sus espaldas más de 30 festivales, más otro buen número de macroconciertos.

Javier Selvático es la persona que está al frente de esta maquinaria especializada en construcciones efímeras y que se ha convertido en una de las líderes del sector. Durante dos meses coordina la tarea de 70 trabajadores que se está iniciando estos días con la limpieza del terreno, una vez que se han obtrenido todos los permisos para el proyecto que se hará realidad a partir del próximo 10.

"En un principio el trabajo no difiere demasiado de lo que es la construcción de un edificio. Hay que proyectar patra ejecutar y todo tiene que tener los correspondientes permisos. Solemos diseñar con un año de antelación", explica Selvático.

El trabajo de limpieza busca "si hay algún pozo, algún bache, algún badén... todo lo que pueda convertirese en un problema a la hora de mover camiones". El segundo paso consiste en preparar todos los vallados móviles que van a acometer el recinto y en ir levantando las carpas. La ciudad efímera va tomando forma.

Una vez acotado el recinto, que en el caso de Alrumbo en esta edición es inmenso dentro de una finca de un millón de metros cuadrados en Chiclana, se pasa a la siguiente fase, que es levantar toda la estructura tubular de los escenarios. Edificarte trabaja con la empresa alemana Layher y Selvático no es capaz de cifrar los kilos de tubos que se mueven, pero sí sabe lo que supone el porte: diez trailer de tubos. "Tubos por un tubo".

Y en todo festival lo fundamental es la electricidad. Diez electricistas se encargan de un montaje que ya viene preparado de las naves. "Es un mecano, funciona como un puzle. Se trata de generadores autónomos diseñados especialmente para este tipo de eventos y que nos fabrica una multinacional europea, Hune, pero con un diseño realizado por nosotros. En todo este tiempo montando eventos nosotros hemos creado nuestra propia tecnología en algunos aspectos que tiene que ver con nuestra propia experiencia.

Otro aspecto complejo es la fontanería. Desde la edición del pasado año Alrumbo trabaja con un abastecimiento autónomo. Para este año se van a necesitar doce acumuladores con 25.000 litros para cada uno. Este agua se toma una parte de la red y otra se traslada en camiones cisterna. La toma de red en esta ocasión se encuentra a un kilómetro, en la zona de hoteles, y la instalación de la tubería ha resultado ser uno de los elementos más complejos de la instalación. El agua es un elemento fundamental en este tipo de eventos y tiene que abastecer de un sanitario por cada cien personas. Estamos hablando de cerca de 400 sanitarios. A esto hay que añadir unos 500 puntos de ducha.

Ya está gran parte del recinto construido cuando se ha llegado a esta fase y ahora hay que empezar a pensar en la comodidad de la gente. Esto significa revestimiento y decoración. Y sombra. La creación de sombra este año en la zona de acampada se considera esencial al ser un espacio diáfano. Esto se crea con "unos vacíos ignífugos". Aunque ya existe en otros festivales y las técnicas fueron patentadas por empresas del Levante, donde se celebra Benicassim, en Alrumbo el responsable de producción de la acampada, el veterno José Antonio Sánchez, ha ideado una técnica de recogida a modo de cortinas de la sombra a prueba del levante.

El último paso es uno de los más costosos, la instalación de los equipos de sonido y la iluminación. Es el último momento. Se instalan equipos alquilados que están valorados en los grandes escenarios en no menos de 900.000 euros. Todo está listo. El espectáculo puede comenzar. En el camino ha quedado un trabajo con un valor cercano a los 700.000 euros.

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