Si hay un grupo que ha logrado despertar la atención de crítica y público de manera unánime durante la pasada década, ése es Triángulo de Amor Bizarro.

El quinteto oriundo de La Coruña ha sabido tomarle el pulso a las últimas tendencias independientes nacionales e internacionales con el objetivo de ofrecer una fórmula simple y efectiva.

Formada hace ocho años, la banda de noise-pop tomó su nombre de uno de los temas más célebres de los legendarios New Order para luego navegar por un universo musical que nada o muy poco tiene que ver con aquéllos.

Los de Galicia atienden antes al noise, al shoegaze (meter ruido mientras uno se mira los pies con expresión decadente) o al post-punk de The Jesus and Mary Chain que a los ritmos bailables de los antiguos miembros de Joy Division.

Después de pasarse tres años paseando sus maquetas por los principales festivales patrios (como Benicassim), Mushroom Pillow se fijó en ellos y produjo su primer y homónimo trabajo, que acaparó tantos premios y distinciones que pareció constituir la última esperanza indie.

Ese mismo año (2007) lanzaron otro larga duración (El Hombre del siglo V) con la misma discográfica, en el que recopilaban sus dos primeras maquetas y con el que confirmaban que lo de Triángulo de Amor Bizarro iba para largo.

Los dos años siguientes adquirieron el don de la ubicuidad y comenzaron a aparecer en todos sitios, tocando en festivales, colaborando con grandes de la historia de la música independiente española como Joaquín Pascual y convirtiéndose en habituales de las portadas de las revistas más representativas del universo indie nacional e internacional.

Finalmente, en el año 2009 graban su último trabajo hasta la fecha, Año Santo, en el que la mano de Paco Loco y la madurez de los gallegos da lugar al mejor disco de la banda.