Carlos Goñi. Intérprete y compositor

"Siempre salgo a cantar como si fuera el último día de mi vida"

  • El artista madrileño llega con Revólver al Gran Teatro Falla para presentar en formato íntimo las canciones de su último trabajo, 'Babilonia'

Cuatro años después de comenzar en El Puerto la gira española de Argán, su anterior trabajo, Carlos Goñi regresa a la provincia, esta vez a Cádiz, con su Revólver cargado con las balas de Babilonia y a cuerpo descubierto. Y es que este sabio pistolero -que ya está metido en el estudio enjaretando su próximo trabajo que saldrá en septiembre- ha optado por presentar sus nuevas canciones a quemarropa. Solo ante su público. Cuando más disfruta.

-Acojono y placer a partes iguales. Eso dice usted sobre las sensaciones que le produce el cara a cara con el respetable.

-Así es aunque el placer dura más. El acojono se produce antes de salir y durante el comienzo del primer tema. Después, todo es placer.

-¿Después de 30 años de carrera aún siente ese pellizco?

-Y espero que no desaparezca nunca. El público nunca es el mismo y paga, nada más y nada menos, para que lo hagas lo mejor que sepas y para, al menos esa es la sensación que tengo yo, volver casa con algo más de lo que le ha costado esa entrada.

-¿Qué quiere el público en un concierto? ¿Que les reproduzca el último disco, que cante los éxitos de toda la vida...?

-Mira, yo es que soy muy egoísta con ciertas cosas, y mi profesión es una de ellas. Jamás he hecho un disco ni nada por que le vaya a gustar al público, no me parecería honrado ni honesto. Cualquier músico, pintor, escritor, escritor, vamos, cualquier artista creo que tiene la obligación de hacer las cosas de corazón, de poner encima de la mesa su propuesta y si al público le encanta, pues fabuloso, y sino, pues te jodes.

-Y así se hacen carreras largas...

-O no, no sé... Que cada cual haga lo que le parezca oportuno. Yo sólo se que, a día de hoy, y después de 30 años, creo que el público sabe y entiende cuando se hacen las cosas de esa forma. Yo siempre salgo a cantar como si fuera el último día de mi vida, jamás lo he hecho de otra manera, es que no sé hacerlo de otra manera, y creo que al público le llega. Algo debe de haber pues puedes engañar a uno una vez, a muchos una vez y a uno muchas veces, pero a todos muchas veces creo que no. Hace mucho tiempo un amigo me dijo algo que se me ha quedado grabado, y han pasado 24 años: Cuidado con lo que haces el resto de tu vida porque la gente te cree.

-He leído que su 'Babilonia' es un reflejo de España pero, ¿qué Babilonia? ¿El centro cultural floreciente, la ciudad abandonada en la decadencia o la de las ruinas expoliadas en la guerra de Irak?

-Creo que en las artes, por ejemplo, España ha sido durante cientos de años un importante faro creativo pero yo me refiero con Babilonia al expolio al que está siendo sometido este país en los últimos años - "a Babilonia la llamaban la puta de Oriente, porque estaba siempre abierta a invasiones; cada nuevo rey hacía de su capa un sayo y era más dictador que el anterior", escribe en su página web- pero con ello no sólo me refiero a esa creencia generalista de que la culpa de todo la tienen los políticos. Yo me desligo de ese populismo de todos los políticos son corruptos porque no lo creo así. Comparto más la verdad que se esconde en el Lazarillo de Tormes, es que nos une a todos...

-¿La picardía?

-Sí, bueno, la picaresca, que nunca me gustó en exceso porque al final se trata del que la hace, si no le pillan, está bendecido. ¿Sabes? Es que es muy complicado explicarle a una niña de 14 años que hace unos deberes de exposición que el primer día de cole a ella no le suben nota por llevarlos y al que no los ha hecho no se la bajan. Para explicar eso hay que tener más talento que para escribir una canción. Es difícil explicar el tú has hecho lo que debías y el otro no. ¿Y cuál es la compensación?, me pregunta, pues la compensación es hacer lo que debías. Cuesta entenderlo. Escuché hace tiempo una frase maravillosa a este respecto que se convirtió en la frase de cabecera de mi vida: "Lo peor que tiene los malos es que nos obligan a dudar de los buenos".

-Pero, los servidores públicos también tienen su cuota de responsabilidad no, ¿qué hacemos antes eso?

-Yo estoy convencido de que si de una puta vez no votáramos los cuarenta millones y medio de españoles... Que no vote nadie porque hay una cosa muy importante que se nos ha olvidado y es que el Estado trabaja para nosotros. Hay una cosa muy antigua que se llamaba contrato social que era un buen invento, un gran invento, pero que ha sido traicionado; igual que se jodió después el capitalismo... Pero el problema que entraña este tipo de peligros es que se crea un caldo cultivo divino para los vende-futuros éstos, los profetas y demás, que lo tienen tan sencillo como reproducir en el Congreso una conversación de señores y señoras en la pescadería y frutería. Y eso provoca una empatía ficticia con la ciudadanía que me da miedo.

-¿Y la cultura?, ¿dónde ha quedado en este campo de minas?

-La cultura no ha dejado de ser el termómetro que marca cómo se mueve la propia ciudadanía. Y, nos guste o no nos guste, los personajes que pululan por el Congreso sí nos representan desde el momento en que Belén Esteban y Paquirrín son récords de ventas y Telecinco la cadena más vista... Hasta que no cortemos eso de alguna manera...

-Con todo esto, apenas le he preguntado por el disco. Lo siento

-¡No pasa nada! A mí me puedes preguntar sobre lo que quieras y en el tono que creas oportuno. No hay malas preguntas, lo que hay son respuestas poco adecuadas.

-Pues aprovecho y le pregunto una curiosidad. ¿Por qué 'esconderse' tras Revólver y no ser Carlos Goñi, con lo bien que suena su nombre?

-(Ríe) Pues por timidez y vergüenza. Soy extraordinariamente tímido y vergonzoso.

-Y dice que optimista, a pesar de todo lo que hemos hablado...

-Si el país ha estado convulso en estos años, mi vida en estos tres años ha sido la tormenta perfecta, tres años duros, como si dinamitaran el suelo que pisaba... Pero a pesar de que ha sido tremendo siempre he pensado que hay una salida porque cuando veo algo que no me gusta es que ya estoy en vías de pensar el porqué no me gusta y qué haría yo para mejorarlo.

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