Reyes Calderón se alzó el pasado marzo con el premio Azorín con Dispara a la Luna, la novela en la que regresa su mítica jueza Lola MacHor para resolver el posible secuestro de su amigo Iturri, el policía de la Interpol en Lyon, y que se presentó ayer.

Publicada por Planeta, Dispara a la Luna se desarrolla en la actualidad en una ficción donde una organización terrorista ha declarado el cese de la violencia. En ese contexto MacHor recibe un extraño SMS de Juan Iturri que le hace pensar que su amigo está en peligro. Una intuición que constata al reivindicar la organización el secuestro.

Es una novela cargada de humor y cuyo origen se le reveló a esta autora de éxito, que compagina su faceta como profesora universitaria con la escritura, mientras veía cómo había quedado una playa en el sur de Francia tras haber pasado una galerna.

"El cielo estaba precioso, limpio; parecía que lo habían fregado, pero la playa estaba hecha un desastre, aunque reinaba la paz. Después de haber pasado la galerna había que limpiar y esa es la imagen que me impulsó a escribir el libro", dice la escritora con ocho libros publicados y todo un referente en la novela de intriga.

Violencia, perdón, odio o venganza son algunos de los ingredientes por los que se pregunta esta fina analista de la condición humana en esta novela, la más desternillante en palabras de la autora de Las lágrimas de Hemingway.

La novela ganadora del Azorín, a pesar de tener mucho contenido negro, pero sin sangre, y a pesar de ser un drama, tiene mucha ironía y mucho humor. "Yo no tengo nada de humor, solo lo tengo cuando escribo y en esta ocasión Lola está sembrada porque se mete en muchos líos. Hay veces que ha hecho que se me cayesen las lágrimas de pura risa", dice.