"Creo que es el premio más importante que me han otorgado. También por el momento en el que me lo han dado, ahora que estoy lanzándome en solitario. Es un reconocimiento a mi trabajo y ha sido como una inyección de vitaminas para seguir adelante". Así se expresa el bailaor gaditano Juan José Jaén El Junco, en una conversación telefónica tras ganar el pasado lunes el Premio Max al Mejor Intérprete Masculino de Danza por su papel en el espectáculo Romancero Gitano, con el Ballet Flamenco de Andalucía, dirigido por Cristina Hoyos.

El Junco está muy agradecido "a los compañeros que me votaron y a los que apostaron por mí en este personaje, que fueron Cristina Hoyos con su marido, Juan Antonio Jiménez, y José Carlos Plaza, el director de la obra". Piensa que el hecho de que le hayan dado el máximo galardón de la escena española le va a ayudar a darse a conocer un poco más.

Antonio El Camborio es el personaje por el que ha conseguido este premio, en cuya construcción se involucró mucho. "Hace cuatro años, también estuve nominado al Mejor Intérprete Masculino de Danza por la obra Yerma. Era un personaje que me lo tuve que trabajar más, en el sentido de que era muy serio, muy seco con su mujer, bastante arisco, y en todos los bailes tenía que estar serio, como antipático. Y éste de Antoñito El Camborio, me he sentido más identificado con él, me he metido más en el pellejo y lo he hecho más mío, más a mi forma de bailar, de interpretar y de sentir. El personaje de El Camborio es más yo", comenta. Por eso, asegura que al recibir el galardón se ha sentido "doblemente agradecido, porque le he dado mi propio sello al personaje".

El artista del Barrio de Santa María ha trabajado casi 12 años con Cristina Hoyos y, aunque seguirá colaborando con el Ballet Flamenco de Andalucía, ha comenzado su andadura en solitario. "Lo que se trata ahora es de hacer lo que me apetece", declara el bailaor.

Un paso importante en su trayectoria profesional ha sido el montaje de la coreografía del espectáculo Cádiz, de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, que se estrenó el pasado mes de septiembre en la capital gaditana. "Era una responsabilidad y a la vez una satisfacción, porque estaba en Cádiz, con mi gente, justo en mi barrio montando el espectáculo. Ha sido un montaje muy especial, por ser el primero que hago yo en solitario y por el hecho de ser el espectáculo Cádiz. Es muy fuerte que un espectáculo se llame así y que lo hayas coreografiado tú". Ahora lo está presentando por toda Andalucía con gran éxito y afirma que "lo que queda es mostrárselo al resto del mundo. A ver si la gente del norte entiende de pescaíto frito y esas historias que a nosotros nos gusta", comenta entre risas.

Aunque El Junco tiene en mente crear una compañía propia o, más bien, un espectáculo propio, no es algo prioritario para él. Prefiere, de momento, "hacer colaboraciones y trabajar con gente nueva". De hecho, este año se va a Francia unos días para participar en varios proyectos. Entre ellos, impartir unos cursos en el Festival Flamenco de Mont de Marsans y actuar en la gala final con otros artistas.

Recuerda que en sus inicios tuvo muchas dificultades para encontrar lugares para ensayar y que con 18 años optó por irse a Sevilla. "Cuando ya me vi con ganas de aprender más y de seguir avanzando, por desgracia en Cádiz no tenía donde ir, ni un tablao por el que pasar, que yo creo que es algo muy importante, porque un tablao te hace". Piensa que, artísticamente, Sevilla se lo está dando todo. "Es una pena que un artista se tenga que ir de su ciudad, pero por desgracia es así. Y como yo, hay muchos".

Su objetivo ahora es seguir creciendo profesionalmente "poquito a poco, que es como mejor se saborean las cosas" y ser respetado y valorado en su trabajo. "Cuando me preguntan si quiero llegar a lo máximo o qué quiero ser, yo digo que quiero ser yo mismo, Juan José Jaén, y llegar hasta donde llegue, pero que sea respetado por los compañeros", concluye.