La juventud, evidentemente, no es eterna, pero hay veces en que el espíritu perdura y hay entidades y organismos que mantienen su empuje y pujanza por más años que pasen. Hoy celebran su primer medio siglo de vida las Juventudes Musicales de Cádiz, una asociación que nació en la capital el 15 de abril de 1961 y que aún hoy, cincuenta años después, puede presumir de una ininterrumpida programación musical con la participación de algunos de los mejores intérpretes clásicos españoles e internacionales.

Al actual presidente de las Juventudes Musicales de Cádiz, el profesor universitario Fernando Sánchez García, lo primero que se le viene a la mente cuando repasa la historia de la institución son los nombres de quienes hicieron posible aquel alumbramiento musical: Serafín Prieto (sacerdote y primer presidente de la entidad), José Antonio Galiana, Ricardo Parada, Diego Navarro o Eugenio Troncoso, las personas que junto a él mismo impulsaron el nacimiento de la asociación con el inestimable apoyo de Julio García Casas, entonces responsable de las Juventudes Musicales de Sevilla.

Recuerda Fernando Sánchez el primer concierto protagonizado en el Casino Gaditano -todavía hoy sede de la asociación- por la pianista Rosa María Kucharski, y, sobre todo, el mecenazgo ejercido por José María Pemán en los años sucesivos, cuando patrocinó algunos de los conciertos que en cierto modo se salían de las posibilidades económicas de una asociación que contaba con más de 1.000 socios. Con su ayuda se organizaron recitales como el de Victoria de los Ángeles en el Teatro Falla o el de los Pequeños Cantores del Viena, que visitaron dos veces la ciudad.

En los últimos años está resultando capital la ayuda económica legada por la familia Aramburu, además del apoyo de organismos públicos como la Diputación y la Junta de Andalucía.