Trozos de una trayectoria artística. Piezas que se han ido uniendo con mimo y cuidado para terminar convirtiéndose en un trabajo único y especial. Es lo que recoge la muestra de Elena Rubio que acoge la sala El Pópulo. Se trata de un recorrido por la carrera de esta artista gaditana, que suma ya 13 años, y que se ha resumido en 24 obras de diferente formato realizadas en vidrio y cerámica. Espejos, cuadros, objetos de decoración e incluso un macetero forman parte de esta exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 10 de marzo.

Entre todas las piezas sobresale el gran mosaico que preside la planta baja de la sala y que la artista tituló como La abuela y el spiderman. Es el resultado de un proyecto común entre Elena Rubio y Afanas, en el que colaboraron nueve niños y que se compone de unas 10.000 piezas. Para llevarlo a cabo se basaron en un cartel de carnaval realizado por un estudiante de dicho centro y lo acabaron en dos meses. Cuando concluya la exposición la artista lo donará a un comedor social.

También llama la atención un espectacular racimo de uvas gigante, unas bolas decorativas realizadas con piezas de colores muy distintos y un original cuadro en el que sobresale una taza rota y que se titula El café que nunca me tomé.

Muchas de estas obras pertenecen a encargos de clientes para sus casas o jardines, pero algunos de los trabajos de Elena Rubio se pueden ver en algunos establecimientos de la capital. El último, en el restaurante La Despensa y el próximo en Arsenio Manila, proyecto en el que la artista gaditana se encuentra ahora mismo en fase de diseño.