La cita procede de Montherlant: "La felicidad escribe en blanco sobre blanco. No deja huella en la página". Y puede resumir lo que es este libro: un libro feliz. Íñigo García Ureta (Bilbao, 1970) traza 32 perfiles de la gente más variopinta. Célebre como Bob Dylan, Duke Ellington o Cabrera Infante, con quien tradujo su Holy smoke, y no tan célebre, como Edward Behr, el autor del plano, pionero en su género, del metro de Londres, Michael Francis, un guardaespaldas de cantantes y otras personalidades, o Mary Mallon, una emigrante irlandesa perseguida a principios del siglo XX. García Ureta nunca aburre ni cansa ni se repite: algo que debería ser la divisa de todo escritor. Su lectura proporciona un placer inversamente proporcional a la cantidad de palabras que las reseñas suelen dedicarle, si lo hacen.