Miguel Ángel Perera, que sustituía a José Tomás, cuajó ayer una excelente tarde en la Feria de Alicante al cortar un total de tres orejas y dejar una gravísima impresión entre los aficionados. Ante un gran ejemplar de Las Ramblas, comenzó con tres pases cambiados por la espalda. Siguieron series con ambas manos templadas y muy exigentes. Dos orejas.
El sexto se quiso ir a tablas después de ser picado y hasta allí tuvo que ir Perera a plantearle batalla a un toro que embistió con cierta calidad y al que consiguió sacarle buenos muletazos con la mano izquierda. En uno de ellos, cuando el torero se quedó entre el animal y las tablas, fue arrollado recibiendo una cornada en la cara interna del muslo izquierdo. Volvió a la cara del toro y paseó el tercer trofeo.
Luis Francisco Esplá, por su parte, pechó con un primer toro noble y fácil con el que estuvo variado toreándolo con el capote. El cuarto, noble también pero de escaso fuelle, se paró muy pronto. El alicantino quiso imprimir alegría a su toreo para compensar la falta de transmisión.
Sebastián Castella, en su primero tuvo un trasteo largo e irregular en el que alternó muletazos buenos. En el último, el toro se rajó y el torero buscó la espada, que volvió a manejar de manera deficiente.
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