Cultura

Pablo Carbonell y sus 'Canciones de cerca'

  • A partir de las 22 horas, el artista gaditano ofrecerá un recital íntimo y surrealista en la Milwaukee

Aunque lleva unos cuatro años adelantando algunas canciones de su nuevo trabajo discográfico, parece que no ha sido hasta ahora cuando Pablo Carbonell se ha decidido a cerrarlo de manera definitiva.

Canciones de cerca es una colección de temas aberrantes, surrealistas y desternillantes además de un espectáculo singular en el que el de Cádiz ofrece la faceta más íntima de su condición de cantautor absurdo, de showman complejo, de humorista cáustico y peligroso capaz de desencajar las mandíbulas de la concurrencia con una mera secuencia de frases ocurrentes.

Cantante y compositor perenne con Los Toreros Muertos, actor de cine, teatro y televisión (La curva de la felicidad, Hospital central u Obra maestra), director de cine (con su magnífica Atún y chocolate) y reportero de televisión (Caiga quien caiga o La bola de cristal), Pablo Carbonell es una suerte de humorista total que se mueve al ritmo de las pulsiones procedentes de su portentosa y desinhibida imaginación.

Tras lanzarse como cantautor en solitario a mediados de la década de los noventa con el clásico Qué gustito pa mis orejas (interpretado por Raimundo Amador en su disco Gerundina), los discos Aceitunas y estrellas, Rock and roll alimaña y 18 Boleros chulos confirman al gaditano como un músico inagotable que se mueve con igual soltura en el punk y en la tonadilla surrealista.

Canciones de cerca, que presenta esta noche en la sala Milwaukee, es una colección de once temas elucubrados a salto de mata entre plató y plató, entre paseos por la playa de Zahara de los Atunes y derrapes neuronales cotidianos que hablan de amores, peces, reyes y sevillanas universales.

Por supuesto, este amigo de la libertad más anárquica recuperará asimismo otros grandes clásicos de su carrera en solitario y con los Toreros Muertos, ofreciendo un recital que garantiza un alucinado viaje a través de una de las mentes más peligrosamente inquietas de nuestro país.

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