Cultura

Nino, John Silver y Almudena Grandes, aventureros en un jardín jerezano

  • La autora presentó ayer en el jardín de La Luna Nueva 'El lector de Julio Verne'

¿Qué puede escuchar detrás de la puerta el hijo de un guardia civil en un pueblo de Jaén en 1947? Pues trozos de una vida, historias desgarradas por la guerra y sus tentáculos. Cristino Pérez Meléndez tiene la respuesta. Allí, en una casa-cuartel, su infancia transcurría entre paredes de papel a través de las que transpiraban los gritos de los detenidos. También escuchó la preocupación de su padre por un hijo tan bajito que no iba a dar la talla de mayor, y por eso le obligó a aprender a escribir a máquina, y así optar a un puesto en Diputación. Y de esta memoria, de esta confesión a una amiga nació el libro El lector de Julio Verne (Tusquets), la segunda entrega de 'Episodios de una guerra interminable' de Almudena Grandes, que fue inaugurada con Inés y la alegría. La autora presentó ayer la obra en el jardín de La Luna Nueva, en un concurrido acto organizado por la Fundación Caballero Bonald, y que fue introducido por la periodista de Diario de Jerez Arantxa Cala.

Nino, de 9 años, como Cristino, vive en una casa-cuartel en la Sierra Sur de Jaén, en Fuensanta de Martos. Es el protagonista de esta "novela de aventuras", que parte de un esquema clásico en el género, como la califica su creadora. El pequeño conoce al que será su ídolo, Pepe el Portugués, una especie de John Silver el Largo, personaje ambivalente, como el guerrillero Cencerro, admirado también por Nino, que mantiene en jaque a la guardia civil.

Los libros de Stevenson, entre otros autores, a los que el pequeño tiene acceso gracias a doña Elena, y la amistad de Pepe, cambiarán la vida de Nino, que ya no será quien estaba destinado a ser. "Lo que quiero demostrar con esta serie, que se desarrolla entre 1939 y 1964, es que todavía hay mucho que decir de la postguerra. El origen está en El corazón helado: cuando empecé a escribirla, creía saber todo ese periodo, pero leí mucho y descubrí que no sabía casi nada, tenía una visión estereotipada".

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