Cultura

Milagros navideños

Uruguay ofreció la primera obra de las tres que forman parte de la programación de este Festival Internacional de Teatro 2008. La Gaviota, que tomó su nombre del clásico de Anton Chejov con el que debutaron hace la friolera de treinta años, siempre ha demostrado un gran gusto por el teatro de texto. Su currículum incluye autores como Albee, O'Neill, Miller o nuestro nunca bien llorado Fernando Fernán-Gómez. Es por ello que hacen la obra de Christina Herrström, autora sueca.

Y su texto tiene ese aire intimista que tiene gran parte de la producción del país escandinavo. Erling es una auténtica obra de cámara, donde realidad y ficción se mezclan. Dos ancianos tienen un breve encuentro en unos grandes almacenes. Son dos antiguos novios que han hecho su vida por separado. Pero como esto ocurre en Navidad, época propicia para milagros, resulta que se planta en sus vidas el hijo que planearon pero nunca tuvieron. Este extraño heraldo venido de algún sitio esotérico sacude la cobardía vital de la pareja, que no sabe aprovechar esta nueva oportunidad que le da la vida o algún duende de la Navidad.

La obra está ejecutada con gran ternura y calidez humana, algo ausente con frecuencia de los escenarios teatrales de la actualidad. Con humor y con esa sorprendente capacidad de los actores del Cono Sur americano de no interpretar, sino de ser los personajes. A veces no parece una representación, sino que nos hemos colado en la casa de los protagonistas. Tanto, que uno echa de menos que la obra no sea algo más larga para poder seguir disfrutando de este montaje que ejemplifica el viejo axioma: nos arrepentimos a la larga más de las cosas que no hemos hecho que de las que hemos hecho.

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