Cultura

Mikel Erentxun publica 'El hombre sin sombra' producido por Paco Loco

  • La propuesta es "una declaración de amor" a la pareja del cantante

  • Los trece cortes que integran el disco han sido firmados en su totalidad por el compositor y grabados en Cádiz

El cantante y compositor Mikel Erentxun.

El cantante y compositor Mikel Erentxun. / d.c.

Mikel Erentxun es, a tenor del título de su último disco, un "hombre sin sombra" o al menos lo fue durante el pasado año, un período "difícil" en el que, "desnortado", se buscó a sí mismo y "también por dónde tirar", sobre todo dentro de su relación de pareja.

"Este disco es un tratado sobre relaciones de largo recorrido, cuando interviene el desgaste", explica el músico en una charla tras 17 años de convivencia con su pareja, a la que ha dedicado "esta declaración de amor" en trece canciones que orbitan desde el tono más duro de El principio del fin hasta el Deshielo y la victoria de reconocerse y reencontrarse como Enemigos íntimos. Este El hombre sin sombra (Warner Music), que salió al mercado ayer, bebe por tanto del mismo manantial autobiográfico de su álbum de estudio previo, Corazones (2015), y en él asume la autoría completa de las canciones, tras años de apoyarse en letristas como su excompañero Diego Vasallo o, ya en su carrera en solitario, en otros como Jesús María Cornac y Rafael Berrio.

El trabajo cuenta también con la colaboración de Maika Makovski

"No estoy a su altura, pero me compensa que las letras sean un poco peores por que sean mías", señala Erentxun (Caracas, 1965). Así, destaca que a él ese "mirar para dentro" le funciona mucho mejor y le da a las canciones "un punto de realismo" que le hace "cantar de otra manera".

De hecho, el "afán de honestidad" que exhibe en el álbum se traslada también a su forma de interpretar, tras más de 30 años de carrera musical en los que no dejó de mirar hacia fuera, a referentes como Bob Dylan, Lloyd Cole, Morrissey o Jaime Urrutia.

"Este es el primer disco en años en el que canto y toco de una manera más natural, pero fue una lucha constante para soltarme", dice Erentxun, que atribuye a su productor, Paco Loco, el haber acabado aceptándose por fin a sí mismo en una grabación que se hizo como a él le gusta, "a la vieja usanza", con sistemas analógicos.

También fue Paco Loco quien propuso que, "por ser este un disco de amor", el toque femenino estuviera presente igualmente en el sonido y a Erentxun se le ocurrió el nombre de Maika Makovski, cuyo disco acababa de escuchar en el viaje de San Sebastián, donde habitualmente reside, hasta Cádiz, donde se grabó el álbum.

"Ella aceptó, aunque me consta que no a la primera. Paco me previno que veníamos de mundos muy distintos, ella muy indie y yo de Los 40 Principales. Esa es una marca con muchos prejuicios que me persigue, pero la compañía le pasó a Maika los últimos discos y, cuando escuchó Corazones, se convenció", relata.

Aunque "generalmente los trabajos conceptuales huyen de la idea de canción en favor del conjunto", se declara afortunado por haber encontrado temas buenos que funcionan por sí mismos, como pasaba con los discos de Duncan Dhu. Orgulloso de haber firmado letras como las de Llamas de hielo o Tienes que ser tú y melodías como la de Y sin embargo te quiero, asegura no haber sido consciente durante su composición de cuántas cosas estaba revelando de sí mismo hasta que lo presentó.

"Le mandé el disco a Bunbury y me llamó corriendo: ¿Estás bien?", recuerda Erentxun entre risas. Su pareja, dice a continuación, se lo tomó mejor: "Echa de menos algunas cosas de las que no he hablado, como el arrepentimiento o el perdón, pero eso queda entre nosotros", dice.

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