Hallazgo histórico Las fotos que el cofundador de Magnum tomó en el frente español determinaron su estilo y su carrera

México desvela las fotos de Capa

  • El ICP de Nueva York trabaja ya en la conservación de las más de 3.000 imágenes "perdidas" y guardadas desde 1940 en tres maletas mexicanas. La mayoría fueron tomadas durante la Guerra Civil española

Los últimos secretos del legendario fotógrafo de guerra Robert Capa se ocultan en una maleta de México. Para ser más precisos: en tres polvorientas cajas de cartón. Más de 3.000 negativos, en su mayoría probablemente imágenes desconocidas de la Guerra Civil española, dejó el húngaro de nacimiento en 1939 en su huida de los alemanes en París. De allí viajaron a Marsella y llegaron en 1940 a las manos del general mexicano Francisco Javier Aguilar, entonces diplomático en Francia. El legado apareció hace poco en Ciudad de México cuando la hija y heredera de Aguilar entregó a un familiar, Benjamín Tarver, tres cajas con los negativos.

¿Qué tesoros visuales hay en la maleta? Las referencias manuscritas "Hemingway" y "Federico García Lorca" pueden hacer presumir algunas cosas. Capa mismo estuvo convencido hasta su muerte en 1954 de que su obra había sido destruida.

La maleta se encuentra desde diciembre en el Centro Internacional de Fotografía (IPC) de Nueva York, cuyo director, Willis Hartshorn, desveló ayer a la agencia Efe que ya ha se comenzado a trabajar intensamente en la conservación de los negativos y que al final se hará una gran exposición itinerante. Tal vez ese trabajo revele uno de los mayores secretos de Capa: si su famosa foto de la muerte de un soldado en la Guerra Civil española es verdadera o sólo un montaje.

La imagen granulada en blanco y negro muestra al soldado Federico Borrell García con el rifle en la mano, aparentemente alcanzado por una bala, mientras cae hacia atrás por el dolor. Desde los años 70 se cuestiona la autenticidad de la foto, y nunca se halló el negativo. Probablemente Capa montó la escena, algo muy usual en la época. Los expertos esperan que la prueba esté en una secuencia de imágenes de la "maleta mexicana".

Incluso podría ser que la foto no sea suya, sino de su pareja, la fotógrafa alemana Gerda Taro. Según referencias manuscritas, también hay trabajos suyos. Taro murió en 1937 en España, durante un trágico accidente mientras fotografiaba un tanque.

Harán falta muchos años de investigación para saber qué se tiene entre manos y lo primero es asegurar que con el nerviosismo no se perjudique los viejos negativos. "No me gusta ser el que tira del freno, pero este tipo de material fílmico es tratado tradicionalmente con nitrato durante el revelado. Eso significa que con el tiempo los negativos pueden encogerse, volverse quebradizos o perder color", señaló Grant Romer, director del laboratorio de conservación del George Eastman House en Rochester, Nueva York. Por eso, antes de que los rollos sean colocados en un escáner, deben ser tratados con sustancias de conservación. Sin embargo, a primera vista, los negativos parecen estar en un estado "sorprendentemente bueno". "Casualmente la maleta fue guardada en un entorno que no era demasiado frío, ni demasiado caliente ni muy húmedo", señaló Romer.

Tan misterioso como el contenido de la maleta es la historia de su rescate. Desde el laboratorio parisino donde Capa la dejó llegó por un camino de aventuras a Marsella. El general y diplomático mexicano Francisco Javier Aguilar González la llevó desde allí a Ciudad de México, donde permaneció oculta. A mediados de los años 90, el ICP escuchó rumores según los cuales el material, que se creía perdido, aún existía y tomó contacto con los herederos del general. El ICP, depositario de buena parte del archivo de Capa y fundado por su hermano, Cornell Capa, se dedica entre otras cosas al cuidado, exposición y el estudio de su obra. Tras aclararse el tema legal, la maleta pudo llegar a la sede del museo en Nueva York.

La fascinación que genera la maleta tiene que ver también con la vida de Capa, un vividor y un hombre osado. Relajado, con el cigarrillo en los labios y la cámara al hombro, siempre estaba en la primera línea. "Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es porque no estuviste suficientemente cerca", era el lema de quien luego cofundaría la agencia Magnum.

Comenzó su carrera en la Guerra Civil española en los años 30 y estuvo en el desembarco de los aliados en Normandía para las revistas Life y Time. Su trabajo en la guerra de Vietnam lo llevó a la muerte en 1954, cuando por accidente pisó una mina.

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