Maruja Torres llega a Cádiz con los fantasmas que le han valido la última edición del Premio Nadal. La escritora barcelonesa protagoniza una nueva jornada de la Feria del Libro de Cádiz con la presentación de Esperadme en el cielo, una obra sobre la pérdida de los seres queridos.

La propia autora se reúne en la ficción con dos amigos ya fallecidos, Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán, dos escritores de renombre con los que crea una atmósfera mágica y con los que rinde un homenaje a un determinado tiempo pasado mientras los tres personajes realizan paseos por el Raval barcelonés o el madrileño Parque del Retiro.

Tal como declaró en la rueda de prensa celebrada tras el anuncio del galardón del día de Reyes, Torres tenía la idea de la novela en su cabeza "desde hace cuatro años" y el punto de partida fue ''el espiritismo laico" que empezó a hacer "cuando murieron Terenci y Vázquez Montalbán", a los que comenzó "invocando" en sus sueños y su imaginación.

Así, Torres se encuentra con sus amigos Terenci y Manolo en un cuento precioso y, en el fondo, triste, donde, según ha dicho en alguna ocasión la autora, "ellos me dicen que tengo que vivir porque ellos ya no pueden". Además, en la novela también salen personajes como Peter Pan, Wendy y Alicia; Terenci tiene pelo de todos los colores, y Vázquez Montalbán sale de Carvalho.

Este viaje literario y onírico arrancó en la cabeza de Torres en un escenario tan mágico como Beirut, donde ahora vive la escritora. "Empecé a escribir de carrerilla, de café en café y de merendero en merendero de Beirut, con mi portátil, este cuento en el que suceden maravillas, porque son las que me ocurrieron a mí", dijo durante la presentación oficial de la novela. Esta tarde, en el Baluarte de la Candelaria, a partir de las ocho y media de la tarde, la autora revelará otros muchos secretos que irán de los portales del Raval barcelonés de la posguerra a las alfombras mágicas de Sabú y el Gran Visir; del parque del Retiro a los sueños dorados de Hollywood, pasando por Alejandría y nunca demasiado lejos de los cines de barrio.