El año pasado sorprendió a todos Julio Aparicio cuando rompió con Maximino Pérez y confío sus intereses taurinos a un joven empresario ajeno a los círculos taurinos aunque muy vinculado con el diestro por amistad: Javier Rodríguez.
Ahora se ha producido la ruptura en lo taurino entre ambos, aunque se mantiene su estrecha amistad y el torero ha confiado sus asuntos al empresario francés Simón Casas.
Aparicio toreó el pasado año 29 tardes, sumando 29 orejas y un rabo y despertando unas expectativas en los aficionados deseosos de paladear las formas del segundo Aparicio que pisa los ruedos.
No es la primera vez que el francés apodera a Aparicio, ya que lo representó en una etapa anterior. Los planteamientos de torero y apoderado pasan no por sumar festejos sino por seleccionar escenarios y ganaderías en carteles escogidos.
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