Cultura

Judíos, musulmanes y cristianos, unidos bajo el mismo objetivo

  • Los fotógrafos gaditanos José Manuel Vera Borja y Juan Carlos González-Santiago recrean en 'El alma desgranada. Un viaje a la memoria del Reino de Granada', la convivencia de estas tres culturas

La Historia lleva la firma del hombre. Sus hazañas, alegrías, tristezas, amores, triunfos o derrotas... aún perviven porque otros quisieron legar a la posteridad aquello de lo que fueron testigos. Pero hay veces que uno se topa ante lugares mágicos que también son capaces de decir mucho sin hablar. ¿Quién no ha imaginado alguna vez al entrar en un castillo o en un palacio lo que ocurría allí mientras fueron habitados?

A esta pregunta intentan dar respuesta los fotógrafos gaditanos Juan Carlos González-Santiago y José Manuel Vera Borja con su proyecto El alma desgranada. Viaje a la memoria del Reino de Granada. Se trata de un recorrido por las provincias de Cádiz, Málaga, Granada, Jaén, Almería y Córdoba retratando los edificios que poblaron su historia desde el siglo XI al XIX, pero con la peculiaridad de que en ellos aparecen musulmanes, judíos y cristianos.

El Consorcio del Milenio del Reino de Granada, que en 2013 estará de celebración, les hizo un encargo muy especial tras ver su anterior trabajo, Interiores robados: dar vida a ocho siglos de convivencia entre estas tres grandes religiones.

"El libro abarca en imágenes desde el año 1013, cuando entró la dinastía zirí en Granada, hasta 1833, cuando desaparecen los reinos y se lleva a cabo la división territorial de Javier de Burgos. Hemos abarcado el patrimonio más importante del Reino, por supuesto no todo, porque es imposible", señala José Manuel Vera.

El resultado es un impresionante trabajo compuesto por más de 600 fotografías. Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, que ha tardado solamente un año en realizarse, ambos fotógrafos han contado con la ayuda de la arabista Carmen Pozuelo, "quien nos ha ido guiando cada paso que hemos dado. Ha sido nuestros pies y nuestras manos. Nuestro cerebro", afirma Juan Carlos; con la costurera gaditana Aurora Marchante, quien a juicio de González-Santiago ha realizado "un trabajo maravilloso" y con el productor Pepe Dorao, "quien se enfrentaba a la desagradable 'puerta fría', que suponía llegar a un sitio, contar lo que queríamos hacer y encontrarse con una negativa", explica José Manuel.

Pero parece que el recibimiento hostil sólo era momentáneo, porque los dos fotógrafos no dudan en señalar que esta ha sido "una experiencia maravillosa, muy rica e interesante y de la que hemos aprendido muchísimo". Y es que por el camino han vivido multitud de anécdotas con los modelos, gente normal y corriente que tras el rechazo inicial se mostraban entusiasmados con convertirse en una bailarina mora, un clérigo cristiano o un comerciante judío. "Han participado más de 300 personas como figurantes, vecinos de las localidades a las que acudíamos, amigos de amigos, actores aficionados, cualquiera que estuviera a tiro", rememora Juan Carlos, que comenta una de las anécdotas más divertidas que vivieron. "Llegamos a los baños árabes de Jaén y no teníamos figurantes, era lunes y estaba cerrado, así que se lo propusimos a las limpiadoras y a los guardas de seguridad, quienes posaron encantadísimos. La verdad es que estábamos a merced de la bondad de los desconocidos".

La presencia de estas figuras en muchas de las fotografías es etérea, casi imperceptible, pero tiene un sentido claro. "Los personajes son fantasmales, son presencias sugeridas porque debemos tener en cuenta que utilizábamos un lenguaje como es el de la fotografía, que es muy contemporáneo", resalta Juan Carlos. José Manuel añade que "las imágenes movidas son para subrayar el espacio, para trasladar la vida que hubo en esos lugares. Imaginar esos momentos era algo mágico".

Para atenuar ese carácter tan contemporáneo de la fotografía muchas de las imágenes parecen verdaderos lienzos. "Nos hemos inspirado en la pintura de los siglos XVII, XVIII y XIX, en artistas como Velázquez o Delacroix para dar forma a algunas escenas", comenta José Manuel.

Para recrear fielmente la indumentaria de los modelos se basaron en los dibujos de Toris Hoefnagel, un alemán que en su viaje por las Alpujarras en 1570 se dedicó a retratar fielmente las vestiduras de todos los grupos sociales de la época.

Pero a pesar de la curiosidad que despiertan los personajes, lo que estos fotógrafos querían resaltar era la enorme belleza de los edificios históricos que nos rodean y que vivieron su época de esplendor durante el reino de Granada. Nuestra provincia tiene parte de protagonismo con la presencia de Castellar, Jimena, Olvera, Setenil, Torre Alháquime, Zahara de la Sierra y Tarifa.

Las imágenes se acompañan de pequeños textos de escritores, poetas y filófosos que nos recuerdan que hubo un tiempo en el que la unión de las tres culturas hizo brillar a ese rincón de Andalucía.

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